Capítulo 24 - Cómo convertirse en la esposa del monstruo (11)

 

Al respirar el aire frío acabó por despejar su mente. Sin embargo, su cuerpo seguía temblando quizás porque sentía el frío.

"Cúbrete con esto."

"Oh... Gracias, Su Majestad."

Entonces, Kergel le entregó una gruesa manta. Roelin recibió la suave manta mientras le daba las gracias antes de colocarla sobre sus rodillas.

"Tus pies aún no están en un buen estado y el aire de la noche es frío, así que será mejor que nos quedemos un rato aquí y volvamos pronto al Palacio Imperial. Espero que no te decepcione demasiado."

"Sí, por supuesto. Gracias por tu consideración."

Ella inclinó ligeramente su cabeza hacia Kergel, que ya estaba sentado a su lado.

Boom boom.

La llama se elevó desde el cielo mientras dejaba un largo rastro detrás.

Y otra llama se elevó desde el otro lado y pronto desapareció antes de dejar un espléndido rastro en el cielo.

"Hermoso..."

Roelin murmuró sin darse cuenta mientras observaba el desarrollo de los fuegos artificiales.

Si pudiera expresar la vida en colores, probablemente su vida habría sido bastante acromática.

Por fin pudo salir de esa vida tan acromática y llegó a una tierra desconocida. No sabía cómo iba a cambiar su vida en el futuro. Sin embargo, al menos esperaba que no fuera tan insignificante como lo había sido su vida hasta ahora.

Aunque no fuera una vida bajo su propio nombre, sino una vida bajo la pretensión de su hermana gemela.

La fiesta del espectáculo de los fuegos artificiales que bordaba el cielo se reflejaba en los ojos azules de Roelin. Como si sus ojos fueran el propio cielo.

Y Kergel, en cambio, observaba su perfil lateral con una mirada incomprensible.

* * *

El Palacio de la Emperatriz estaba ocupado preparándose para recibir a su nueva Señora. Guiados por Lucy, la doncella, todos estaban ocupados yendo y viniendo, entrando y saliendo del Palacio.

"¡La Emperatriz está llegando!"

En ese momento, un sirviente entró corriendo y gritó con fuerza. Entonces, Lucy se apresuró a salir a la parte delantera del palacio y se arregló la ropa. A continuación, todos los sirvientes y sirvientas se alinearon a ambos lados preparándose para recibir a su Señora.

Con el ruido de la herradura, se dieron cuenta de que un carruaje se acercaba. La Emperatriz, que finalmente había regresado de la ceremonia de acompañamiento, debía estar en ese carruaje.

"...ella realmente es su compañera."

Una sirvienta que estaba cerca de Lucy murmuró en voz baja en un tono mezclado de complejas emociones. Lucy frunció su frente y le devolvió la mirada. La sirvienta se estremeció ante la mirada que le dirigía como una severa advertencia mientras sus hombros se encogían como respuesta.

Lucy se apartó de la sirvienta. Justo a tiempo debido a que el carruaje llegó frente al Palacio. Ella se acercó a la puerta del carruaje con una actitud cortés.

"Soy Lucy, Emperatriz. ¿Puedo abrir la puerta del carruaje?"

Lucy abrió la boca con cuidado mientras pedía permiso. Posteriormente, la voz tranquila de Roelin se escuchó desde el interior del carruaje.

"Yo lo haré—no, adelante."

Antes de la boda, ella no hablaba de manera informal, ya que continuaba siendo una "invitada", pero ahora había llegado el momento de hablar de manera informal tanto a las mujeres como a los demás subordinados. Sin embargo, tal vez debido al repentino cambio, el tono de Roelin era algo incómodo de escuchar.

"Entonces, abriré la puerta del carruaje."

Sin embargo, Lucy contestó con naturalidad y sin mostrar ninguna señal previa, antes de girar su cabeza y guiñar un ojo. Entonces, Silloa y otra sirvienta del grupo acabaron acercándose con un rastro de lentos pasos.

Sin embargo, Lucy contestó con naturalidad sin hacer ningún gesto antes de girar la cabeza y guiñar un ojo. Entonces, Silloa y otra sirvienta del grupo acabaron por acercarse con un rastro de pasos lentos.

"Emperatriz, apreciamos profundamente su noble elección."

"Gracias, Lucy."

En cuanto Roelin descendió del carruaje, recibió el saludo de Lucy y respondió. Entonces, el resto de la gente se inclinó fuertemente mientras la saludaban de manera similar. Ella asintió con la cabeza mientras aceptaba sus saludos y contempló el Palacio que tenía delante.

"Este es el Palacio de la Emperatriz."

Resultaba extraño pensar que ese sería el lugar donde viviría en un futuro próximo.

Era un lugar digno, aunque no más vistoso que el Palacio Real de Rakain, pero su acceso era totalmente difícil. Lucy volvió a abrir la boca mientras se limitaba a "mirar" el Palacio.

"Emperatriz, ya es tarde. Así que entremos ya. Su Majestad vendrá en un rato."

"...oh, entiendo."

Roelin tembló débilmente ante las palabras de Lucy y respondió mientras ocultaba un pequeño signo de vergüenza. Esto se debía a que inmediatamente se dio cuenta del significado oculto tras las palabras de la doncella.

Que el Emperador iba a venir.

En otras palabras, significaba que pasaría una "noche" con él.

Sin darse cuenta, se sintió aliviada cuando terminó todo el itinerario de ese día, pero de repente volvió a ponerse nerviosa al oír las palabras de Lucy al tiempo que todo su cuerpo se tensaba.

"No debo estar nerviosa. No es algo que pueda evitar. Además, este es el camino que escogí."

Ella lo eligió porque no le gustaba vivir atrapada como la hermana siniestra, pero no podía echarse atrás ya que también tenía miedo. No, no quería evitarlo aún más por el hombre que la había acogido como su esposa.

"Aunque lo engañé y me convertí en su falsa esposa... todavía quiero tratarlo con sinceridad."

Esa sería su forma de cortesía y disculpa hacia él. Roelin finalmente se decidió y pronto asintió.

"Entonces, entremos."

"Sí, Emperatriz."

Lucy inclinó cortésmente su espalda hacia ella. Roelin respiró hondo y pronto entró.

***

"¿Necesita algo más?"

Silloa preguntó finalmente a Roelin. Roelin entonces negó con su cabeza ante la atenta pregunta de Silloa.

"Está bien. Buen trabajo, Silloa."

"No, Emperatriz. Es algo que definitivamente debía hacer. Entonces, seguiré mi camino ahora."

Silloa inclinó su cabeza como si sintiera bastante lástima por los elogios de Roelin y salió del dormitorio.

La puerta del dormitorio se cerró y pronto se hizo el silencio—casi en todas partes. Roelin echó entonces un vistazo lentamente a su alrededor.

Lo único que iluminaba el dormitorio era una lámpara. El dibujo grabado en la lámpara era una obra muy elaborada que se parecía mucho a un lobo.

¿Un lobo?

Ladeó la cabeza ante el pensamiento que había surgido casualmente en su mente. Cuando se celebró la ceremonia de acompañamiento, recordó los llantos de aquellos lobos que se oían desde el exterior de la tumba.

"¿Puede ser que sea un animal que simbolice al propio Seroif? Aunque nunca lo había oído antes..."

Roelin murmuró para sí misma con una mirada extraña antes de que se oyera débilmente un golpe en la puerta de la habitación. Se encogió por la sorpresa y miró hacia la puerta. La puerta, fuertemente cerrada, se abrió lentamente. Una sola persona entró en el dormitorio.

Estaba oscuro, por lo que el rostro de la persona que acababa de entrar no dejaba ver más que una tenue silueta. Pero eso no significaba que no pudiera averiguar quién era.

De hecho, sólo había una persona que visitaría su dormitorio a esas horas de la noche.

"...Su Majestad."

 

[Traductor: Abbie]