Capítulo 58 - ¿Quién es la esposa falsa? (8)

 

"¿Dónde está Lucy?"

Roelin frunció el ceño y una vez más abrió la boca. Entonces, Silloa dudó y contestó.

"Está intentando hablar con la delegación de abajo."

"...la estoy haciendo padecer sin ninguna razón aparente."

Soltó un suspiro y optó por respirar despacio. Pero su boca seguía sin soltarse tan fácilmente. Entonces, lo más sencillo sería decir... que Roelin había tomado aire antes de abrir la boca con una firme determinación.

"Dile que los veré pronto, Silloa."

"¿Eh? Uh, pero... bueno, ¿está segura?"

Preguntó Silloa con los ojos bien abiertos. Roelin sonrió débilmente al sentirse más relajada al ver a Silloa bastante preocupada por ella misma.

"Por supuesto, no pasa nada. No es que haya quedado con alguien con quien no debería."

"...bueno, es cierto. De todas formas son de la patria de la Emperatriz."

Silloa curvó los ojos con una sonrisa incómoda. Entonces, se dio la vuelta mientras decía que le entregaría el mensaje a Lucy. La sonrisa desapareció lentamente de los labios de Roelin, que ahora miraba hacia atrás.

Puede que fueran personas a las que no quería ver nunca, pero no podía simplemente negarse diciendo que no quería verlos directamente.

Sin embargo, ya que decidieron aparecerse así debía de recibirlos.

"Necesito vestirme."

"Sí, Emperatriz. La prepararé enseguida."

Tan pronto como Roelin habló, otra sirvienta que estaba sentada fuera del dormitorio, entró de inmediato. Roelin miró a la sirvienta que se movía afanosamente por un momento antes de cerrar lentamente los ojos.

Le dolía la cabeza y sentía náuseas en el estómago, como si su estado físico, que parecía haber mejorado poco a poco, estuviera a punto de empeorar de nuevo.

Cerró las manos con fuerza mientras respiraba profundamente.

* * *

"Saludo a la Emperatriz. ¿Cómo ha estado?"

"Tanto tiempo sin vernos, Conde McGree."

El conde McGree sacudió su mejilla al darse cuenta de que la forma en la que Roelin le hablaba había cambiado por completo en comparación con la última vez.

Esto podría deberse al hecho de que nunca imaginó que vería tal cambio en la propia falsa Hija Real.

Roelin tuvo que forzarse a contener la risa, ya que podía ver claramente lo que pasaba por su cabeza. Luego, volvió a mirarlo con un rostro inexpresivo.

Se produjo un extraño silencio y tensión entre ambos. Silloa ladeó la cabeza con una expresión inquisitiva ante el extraño ambiente e intentó abrir la boca lentamente.

"Bueno, el té..."

"El té está listo, así que pueden irse todos."

Respondió Roelin antes incluso de que las palabras de Silloa terminaran. Las palabras de Roelin, que parecían innecesarias para servir un refrigerio, equivalían en realidad a un insulto al representante de la delegación que ahora la visitaba.

Desde que llegó a Seroif, no sólo Silloa sino la propia Lucy estaban desconcertadas por su inesperado comportamiento, que nunca había dicho nada en contra de nadie en absoluto. Pero Lucy pronto recobró su expresión mientras mostraba su cortesía.

"Haré lo que dice."

"¿Jefa de las sirvientas?"

Exclamó Lucy sin comprender mientras sacaba a Silloa del salón. Roelin agradeció la actitud experimentada de la sirvienta principal. Debió ser ordenada para establecer su propio prestigio en no preguntar nada a pesar de que estaba claramente en duda.

Por lo tanto, Roelin también se disculpó. Ya que ella nunca podría realmente responder a esa pregunta.

Una sonrisa irónica se vislumbró en las comisuras de los labios de Roelin antes de desaparecer. Entonces, lo miró de nuevo con indiferencia, como si se preguntara cuándo había sonreído antes.

"¿Por qué quería verme?"

"¡...ja! Emperatriz, no, Princesa. ¿Me está haciendo un favor en este momento?"

"Ya no soy la Princesa de Rakain. Soy la Emperatriz de Seroif. ¿No es lo suficientemente obvio?"

El rostro del Conde enrojeció instantáneamente como si hubiera sido insultado al oír las tranquilas palabras de Roelin. En ese momento, la asistente que estaba de pie detrás del conde de repente dio un paso adelante y se quitó la capa.

"¿Eres la emperatriz de Seroif? ¿Cómo te atreves, falsa abandonada del Palacio Separado?"

La expresión indiferente de Roelin se quebró de inmediato. Apartó los ojos del conde McGree y miró a la asistente. No estaba especialmente interesada en la asistente que entró con el conde. Ella pensó que era simplemente uno de los sirvientes del Conde.

Pero...

"Cuánto tiempo sin verte, hermana."

La sirvienta, no, Erita, se quitó la peluca marrón y levantó la cabeza. Luego, la saludó con esos ojos azules que eran exactamente iguales a los suyos.

"¿Cómo puedes...?"

Y sin más.

Roelin se levantó del sitio sorprendida por la increíble situación que se desarrollaba ante sus propios ojos. Entonces, en cuanto Roelin intentó tartamudear y hablarle a Erita, ésta simplemente se acercó rápidamente y arremetió antes de blandir su mano directamente hacia la mejilla de Roelin.

Tenía los oídos entumecidos y oía un zumbido en ellos. Aun así, consiguió agarrarse al respaldo de la silla.

"¿Qué estás haciendo?

Preguntó Roelin mientras miraba a Erita sin siquiera pensar en alisarse el cabello ya desordenado. Erita se limitó a hacerle un gesto con la mano a Roelin una vez más.

Phat-

Como resultado, Roelin, que apenas aguantaba, perdió el equilibrio y cayó rápidamente al suelo.

"Ahora por fin estás a la altura de mis ojos."

Erita estaba parada justo frente a ella mientras miraba a Roelin sonriendo burlonamente. Luego, se dirigió al sofá donde Roelin acababa de sentarse. El conde también frunció el ceño antes de acercarse rápidamente a Erita justo después.

〈 Continuará en el Volumen 2 〉

 

[Traductor: Abbie]