Capítulo 7
—No sé nada sobre eso, sin embargo, si en verdad eres un niñera, no levantarías la voz cuando la niña está profundamente dormida.
—¡...Es porque sigues diciendo disparates!
—Si no quieres ser echada, deja que la niña descanse y vete. Me temo que ella se despierte si continuas aquí.
Durante un largo rato ella me miró fijamente, pero ya sea que ella haya cambiado de opinión o no, salió sin decir nada. Solo en caso de que ella regresara, me quedé en la habitación por una media hora más antes de marcharme.
—En caso de que la niñera regrese, ven y reportarlo en cualquier momento.
—...Sí, entiendo.
No era realmente el ánimo en el cual las sirvientas me escucharan. Parecía que me trataban mejor en comparación a cuando llegué a esta habitación, pero su superior seguía siendo la niñera, no yo. Así que me dí la vuelta sin decir nada más.
—Estoy cansada.
Este es mi primer día de trabajo, y ha estado lleno de acontecimientos, que me dio mucho sueño. Pero entonces, cuando estaba apunto de salir de la habitación de Rebecca, alguien me detuvo.
—Disculpe, …Lady Leona.
—¿Sí?
—¡De-Desde ahora en adelante, recogeré a Lady Leona en la mañana!
Era una de las sirvientas. Creo haberla visto brevemente en la habitación de Rebecca, pero no era especial ya que no podía recordarla.
—¡Mi nombre es May!—Mientras la miraba, ella bajó la cabeza y rápidamente se presentó.
—Han pasado solamente tres meses desde que entré a la mansión del Duque.
—Si estás conmigo, sólo podría causarte problemas.
Ella no podría estar feliz con mi repentino empujón. Sin embargo May, quien no se dio cuenta de mi incomodidad, sonrió brillantemente.
—¡Está bien!, pienso renunciar pronto, así que, ¡por favor, no se sienta presionada! ¡No estoy ni del lado de la niñera, ni del Duque!
—Así que no te estás poniendo del lado de ellos, ¿Mm?. No tienes que contestar todo lo que pregunto. Cuanto más fácil abras tu boca, más probable será que un día te estrangules.
Ante mis palabras, May se agarró rápidamente su cuello con la mano.
—¡Lo tendré en mente…!
Era un consejo tanto para ella como para mí. También para la persona que la envió aquí.
—E-Entonces, ¿puedo acompañar a Lady Leona?
—Haz lo que quieras. Voy a volver a mi habitación de todos modos.
May, que parecía estar feliz por algo, comenzó a caminar un paso por delante de mí. Con el cabello bob castaño, parecía de la misma edad que Leona, pero era mucho más brillante que ella.
—¡Estaba preocupada de que me rechazara!
—¿Es eso así?
— ¡Quiero llevarme bien con Lady Leona!
—¿No acabas de decir que ibas a renunciar? ¿Por qué querrías llevarte bien conmigo?
—E-Eso…—Pude ver que sus pasos vacilaban sutilmente.
—Eso es cierto, ¿Pero no es mejor si nos llevamos bien antes de que me vaya?
—Así es, pero, ¿por qué te irías? No hay nada mejor que ser una sirvienta en este Ducado. Fue allí donde May se dio la vuelta y aplaudió.
—¡En realidad, el Palacio Imperial está reclutando sirvientas! Así que quiero ir allí.
—¿En el Palacio? ¿Es difícil que recluten nuevos trabajadores a menos que haya una ocasión especial, ¿no?
Mientras el Príncipe Heredero elige a su prometida, el palacio de la Princesa Heredera está en restauración. Dado que el Príncipe puede casarse pronto, están reuniendo y preparando a las sirvientas desde el principio. De este modo, las sirvientas del palacio no tendrán que esperar uno o dos años
Al escuchar sus palabras, dejé escapar un suspiro. Ahora que lo pienso, se suponía que Rebecca era la prometida del Príncipe. Su mala personalidad empeorará tan pronto como se convierta en la prometida del Príncipe.
“Las palabras “arrogante más allá de lo posible” encajan perfectamente con ella”.
Estaba a punto de suspirar otra vez, cuando se me ocurrió una buena idea. Soy Leona de todos modos. Leona, quien fue abandonada por su propia familia, no sería buscada por nadie. Entonces, si no tengo ningún lugar a donde ir después, ¿debería convertirme en la sirvienta del Palacio?
Estuve preocupada por un largo tiempo pensando en cómo viviría después de que me echaran de aquí. Para Leona, la existencia de su familia era innecesaria, ya que se aferraban a ella y le chupaban la sangre. Por lo tanto, el reclutamiento de sirvientas del Palacio en sí mismo podría ser mi refugio después de que escape de aquí.
—Ya veo. — Sonreía lo más amablemente posible a May, quien me había dado tan valiosa información.
—¡Sí! ¡Es por eso que definitivamente me convertiré en la sirvienta del Palacio!
—Sí. Espero que te vaya bien.
Sin embargo, no pude evitar sentirme extrañada. ¿Por qué la sirvienta que acabo de conocer hoy me daría información tan detallada? Como si estuviera ensayado.
—¿Pero en verdad puedes decir eso de forma tan casual? ¿Sabe y entiende el Duque que te irás para ello?
—Mm..Sí, él lo sabe. ¡Vaya, ya llegamos!
Mientras hablabamos, caminamos bastante, y antes de darme cuenta, ya habíamos llegado frente a mi habitación.
—Eres asombrosa, May. Supiste donde se encuentra mi habitación a la primera.
No solo eso, sino que todas sus acciones eran sospechosas.
—Y-Yo lo escuché de alguien más. Me gustó Lady Leona la primera vez que la conocí, y quería estar de su lado.
—Ya veo. Gracias por traerme aquí.
—¡Entonces, la recogeré antes de que la señorita se despierte mañana!— May inclinó la cabeza y abrió la puerta, y entré en la habitación apreciando el lujo no deseado. Estaba tan cansada que tan pronto como se cerró la puerta, tiré mi cuerpo en la cama y me quedé dormida.
***
Cada día es casi lo mismo. Para cumplir con lo que dijo, May venía a buscarme todos los días. ¿Tal vez fue por eso?
No podía encontrar la habitación sin ella. Era muy mala con las direcciones, y no me molesté en memorizarlas porque estoy acostumbrada a que alguien me guíe. Por fortuna, había memorizado las formas cada vez, en caso de que sucediera alguna situación imprevista.
Con la excusa de sentirme sofocada, di un paseo antes de ir a la habitación de Rebecca, y gracias a eso recuerdo con precisión el camino. Había una pequeña cocina no muy lejos de mi habitación. Solo habría abría cuando llegaban los invitados, y estaba vacío. Fuí allí todas las noches y preparé la comida que quería comer. Así es como pasé mi tiempo en el Ducado.
El Duque no había dicho nada sobre mí desde entonces, y todo lo que tenía que hacer era venir tres veces al día a ver a Rebecca. Desafortunadamente, no hubo tal cosa como que él me echara, así que habían pasado 15 días.
—¿Qué vas a hacer hoy?
—...
—¿No vas a responderme ahora?
—..Sí. No me hables, es molesto.
A medida que pasaban los días, los nervios de Rebecca se agudizaron, como si mostrara que ella no está bien cuando yo estaba aquí…
—Sí. Entonces haz lo que quieras. También pasaré el tiempo leyendo otros libros.
Después de unos días, la niña pareció abrirme su corazón. Pero entonces, cambió de nuevo. Ella se volvió más sensible y se distanció de mí. En silencio miré a Rebecca, y por su bien, desvié mi mirada al libro que había preparado.
Son casi las once. La niña se movía en un patrón constante. Se despertaba alrededor de las 11 am, se lavaba, desayunaba y después de eso, pasaba el tiempo haciendo lo que quería hacer.
La mayor parte del tiempo se quedaba dentro de la habitación, pero había momentos en los cuales ella quería moverse de manera peculiar. Una vez al día iba al jardín cuando el sol calentaba.
Por eso fui a la oficina del Duque con May después de encomendar a los demás a la niña para que fueran al jardín. Mi aparición repentina hizo que el rostro del chambelán, que custodiaba la oficina, se pusiera blanco.
—La-Lady Leona.
—Vine a ver al Duque, pero tu rostro parece tan rígido como si no fuera correcto que viniera aquí.
—Vaya, no. No pensé que iba a venir aquí. Anunciaré su presencia al Duque. — El chambelán nos miró a mí y a May con una expresión atónita, y entró.
Después de un tiempo, la puerta se abrió, y finalmente, tuve otra audiencia privada con ese tipo después de mucho tiempo.
—¿Me estás buscando? Qué raro.
—Estoy aquí para darte las gracias, y hay algo que quería discutir.
—¿Qué haría que quieras agradecerme?
—Me siento cómoda caminando porque has designado a alguien para que me guíe. Quería expresar mi gratitud por ello.
Estaba un poco sorprendido por lo que dije, pero luego una sonrisa apareció en su rostro.
—¿Entonces lo sabes?
—No hay forma de que alguien se acerque a mí sin una intención particular. Es un principio tener especial cuidado con la bondad incondicional.
Lo supe de inmediato cuando May se me acercó de forma repentina. Más bien, era más sorprendente que él no supiera que yo estaba al tanto de eso. Pegada a la puerta, lo miré por largo tiempo.
—Pero no fue realmente por mi orden que ellos se quedaran a tu lado. ¿Cómo capturaste el corazón de las sirvientas? Porque el número de solicitantes ha aumentado significativamente.
—Me alegra escucharlo.
—¿Por qué?
Uno tiene que tener cuidado con la bondad incondicional, ¿pero por qué las sirvientas querrían estar a mi lado?
En realidad, no tenía ninguna expectativa sobre él. Pero entonces, él hizo contacto visual conmigo mientras se cepillaba el cabello despeinado.
—¿Entonces, por qué estás aquí hoy?
—¿Por qué no damos un paseo?
—¿Dar un paseo? Me pregunto si esto es un sueño. — Mientras decía eso, el Duque colocó los documentos en un solo lugar.
—¿No te negarás?
—Es porque tengo curiosidad acerca de tí. Escuché que últimamente le has estado haciendo cosas extrañas a mi hija.
—Me lo tomaré de buen modo.
—Es un cumplido.
Al verlo acceder a mi invitación tan fácilmente, sonreí. Cualquiera que sea la razón, solo necesito llevármelo. Mientras tanto, se puso su saco y se acercó a la puerta.
—Vamos, pero, ¿a dónde?
—El laberinto.