Capitulo 09

Me Convertí En La Madrastra De Una Familia Irremediablemente Oscura - Novela

11/19/2022

 

Capítulo 9

 

 

—Se lo dije también. ¿Acaso cree que la señorita Rebecca podría mentir?

 

Él respiró hondo ante la descarada actitud de la niñera.

 

—Entonces, de acuerdo a la niñera, ¿Rere vendría aquí en cuanto esa mujer no estuviera mirando?

 

—¡Sí!

 

—Y, ¿Me estás diciendo que esa mujer golpeó a Rere hace poco?

 

—¡Eso es…co-correcto!

 

—Papi. Es cierto. Esa mujer me golpeó.

 

—Sí, Rere. Tus mejillas están rojas, como si acabaran de golpearte. Pero, ¿tu niñera no te ha golpeado, cierto?

 

—¡Sí!

 

—Qué extraño. ¿Cómo puedes decir que esa mujer golpeó a Rere cuando ella ha estado conmigo todo este tiempo?

 

—¿Cómo…?

 

¿Debería salir ahora?

 

No tuve más remedio que saltar por encima de la pared y aterricé con un sonido seco.

 

—Desafortunadamente, he estado aquí con el Duque, y la niñera está mintiendo otra vez.

 

—...¡Oh, no! ¡Papi!, ¡Mi niñera tiene razón! Esa mujer de allí me golpeó.

 

—Rere, detente. Mentir está mal. Sigues mintiéndome.

 

—¡No estoy mintiendo!

 

—¿No estás mintiendo? Entonces, ¿Cuándo fue que ella te golpeó?

 

Solo entonces Rebecca inclinó la cabeza y frunció los labios haciendo un puchero.

 

—¡No lo sé!, ¡Ella me golpeó! Si yo lo digo, entonces fue así.

 

—...Rebecca, ¿Has hecho esto antes?

 

—...

 

—¿Has hecho lo que ella te dijo, como una marioneta? —Él puso a Rebecca de vuelta en el suelo y sacudió su hombro.

 

—Dime.

 

—...¡No sé! ¡Dije que no lo sé!

 

—Cierto…¿Qué puedes saber? Es toda culpa suya .—Fue solo entonces que sus ojos 

giraron hacia la niñera.

 

—...Será mejor que te expliques.

 

—Eso…Mm…E-Eso…Es verdad que inventé el incidente de hoy, pero esa mujer ha estado abusado de la señorita… —Pero antes de que pudiera completar sus palabras, el Duque la miró con fiereza.

 

—Lastimaste a mi hija, ¿verdad?.

 

—...Su Gracia. Esto…todo esto…Es de acuerdo a los deseos de la señorita Rebecca.

 

—¿Por qué estás poniendo esa clase de excusa? ¿Desde cuándo piensas que he estado escuchando tu conversación?

 

Solo entonces ella levantó la cabeza e hizo contacto visual con el Duque.

 

—¿P-perdón?

 

—Desde el principio. He estado escuchando su conversación desde el otro lado del muro, y me está volviendo loco. Quiero estrangularte hasta la muerte justo ahora, pero no puedo.

 

—¡S-Su Gracia! Es un malentendido…

 

—¿Malentendido? ¿Estás burlándote de mí? Te ví y escuché de tu propia boca que abusaste de ella, ¿Y aún así te atreves a decir que es un malentendido?

 

Entonces la niñera cayó de rodillas al suelo.

 

—Pe-Perdoneme, perdoneme. Yo…

 

Fue en ese momento que…

 

El Duque tomó su espada de su cinturón y le dio una sola estocada a su mano.

 

—¡Ay!

 

—¿Duele? Mi hija pudo haber sufrido  peor. Mi hija, quien ni siquiera puede decirlo…Si pudiera seguir a mi mente, te habría rebanado la garganta justo ahora, pero pude reprimirme, así que cierra tu boca y quédate quieta.

 

—Por favor…no. Por favor…escúcheme…

 

—No necesito escuchar nada más. —Él continuó mostrando una expresión agitada.

 

—Ja..y pensar que puse a una persona como tú cerca de mi hija.

 

—Papi. No hagas eso. ¡Ella es mi niñera! ¡No intimides a mi niñera!

 

—No estoy intimidando a tu niñera, Rere. ¿Por qué diablos no dijiste nada acerca de que ella estaba abusando de ti?

 

—Para la niña, la niñera debe haber sido su mundo entero. Prefiere confiar más en ella que en tí. —No pude quedarme quieta, así que me interpuse entre los dos.

 

—Ja…— Ante mis palabras, el Duque apretó los puños.

 

—...¿Es porque ella no confía lo suficiente en mí?

 

—Algo así.

 

—...

 

—Entonces, es cierto que es justo alejarla de la niña por ahora. Habrá otras oportunidades para castigarla.

 

Rebecca, quien solo miraba la situación, abrió mucho los ojos.

 

—¡Qué estás diciendo! ¡¿Qué vas a hacer con mi niñera?!

 

—...Basta, Rebecca. Cualquiera que cometa un error debe ser castigado. Si pudiera, me gustaría terminar con vida…pero por ahora, no puedo hacer eso, especialmente frente a tí…

 

Rebecca corrió apresuradamente hacia la niñera y se puso frente a ella, protegiéndola.

 

—¡No! ¡Mi niñera estará a mi lado! ¡Ella estará conmigo hasta el final! ¡No puedes llevártela!

 

Pero él se mantuvo firme. El Duque levantó y sostuvo en su brazo a Rebecca, y luego agarró el brazo de la niñera con la otra mano.

 

—Solo sigueme.

 

—Su Gracia…y-yo…yo no puedo irme así. Todavía tengo mi deber aquí, así que por favor, no me eche.

 

—Cierra la boca. Antes fue tu mano, pero la próxima vez, te sacaré la lengua.

 

—¡Ay…!— La niñera siguió impotente los pasos del Duque.

 

—¡No! No molestes a mi niñera. ¡Dije que no la molestes!— Rebecca, la luchadora, incluso derramó lágrimas, pero fue inútil.

 

***

 

La niñera fue reemplazada. No conozco todos los detalles, pero según May, el Emperador se llevó a la niñera y dijo que la castigaría personalmente. Luego escuché que el Emperador la había elegido en persona y se la envió al Duque. Dijo que cuidaría bien a Rebecca porque era una niñera competente. Por esa razón, el Emperador estaba más que enojado por el hecho de que ella causara todo este problema, sin embargo, el asunto concluyó discretamente.

 

La niñera que vino después en verdad era diferente a la anterior. Para ser exactos, la nueva niñera era originalmente una sirvienta de aquí. Ella era la sirvienta exclusiva de Rebecca desde su infancia que se vio obligada a retirarse de su puesto y ser asignada a lavar la ropa debido al acoso de la niñera.

 

Ella se había negado a marcharse porque estaba preocupada por Rebecca. Su nombre era Daisy.

 

—¡Lady Leona!

 

Quince días después de que reemplazaran a la niñera de Rebecca, había pasado un mes desde que me convertí en su madrastra.

 

—Ah, niñera.

 

—No estaba segura de qué darle, así que seguí el consejo de Lady Leona de servir todo tipo de platos a la señorita Rebecca, pero ella solo comió una cucharada.

 

A diferencia de la niñera anterior de Rebecca, esta niñera era gentil y bondadosa. Tenía el cabello bien recogido, su ropa estaba hecha de algodón suave, no llevaba accesorios y sus uñas eran cortas. Tal vez era porque el Duque había quedado sorprendido por la actitud de la niñera anterior, que él mismo escogió a la niñera esta vez.

 

—¿Ella no comió?

 

—Sí. ¿Qué debemos hacer? Tal vez, si Lady Leona va…ella comerá.

 

—...De acuerdo, vamos.

 

Por otro lado, las cosas han cambiado entre Rebecca y yo. Independientemente de lo que la niñera le había hecho a la niña, para ella la niñera era todo su mundo. Esperaba que la niña me odiara, pero su rebelión fue mucho más intensa de lo que esperaba. Se la pasaba gritando para traer de vuelta a la niñera, y estuvo enferma durante tres días luego de que la niñera se fuera.

 

Cada vez que me veía, comenzaba a gritar y dar alaridos como si estuviera teniendo un ataque, así que no tuve otra opción más que ver a la niña que no quería comer, por un corto tiempo.

 

Por supuesto, la simpatía desapareció después de unos días. A partir de entonces, me convertí en una herramienta para alimentarla, usando la estrategia de “me iré si comes, y no me iré si no comes”. Pero eso no puede quedar así para siempre. Peor aún, a menudo me decían que Rebecca no comía bien.

 

Con el tiempo, también intervine con la comida de la niña, porque sentí que no podía soportar ver esto.

 

—Rebecca.

 

—¿Por qué estás aquí otra vez?

 

Su respuesta no estuvo lejos de mi expectativa. Tan pronto Rebecca me vio, dejó salir todo su temperamento. Estaba sentada en el asiento más lejano desde donde me miró.

 

—Piérdete.— La niña que estaba forcejeando furiosa en mis brazos dejó escapar una maldición tan pronto logró bajarse. Rebecca Petri. Ese es el nombre de la niña que me está maldiciendo de forma fluida y sin problemas, al punto en que uno se preguntaría si en verdad eso venía de la boca de una pequeña niña de cinco años.

 

Esta joven niña es la futura villana. Ella envenenará a la mujer que persistentemente prosperará para convertirse en la Princesa Heredera. Y yo, soy la tercera madrastra de esta niña, Leona Selen.

 

—¡Te dije que te perdieras!

 

—Si, Rere, pero primero deberías comer. Me iré después de que comas, así que solo hazlo, ¿Entendido?

 

Quise levantar de inmediato la comida porque dijo que no quería comer. Pero esta pequeña es una poderosa joven noble, y tengo que tranquilizar a semejante niña complicada porque soy su madrastra después de todo.

 

Gracias a ella, siento como si cada día estuviera en el campo de batalla. ¿Quién dijo que la mera existencia de un niño es una maravilla? Podría estar de acuerdo hasta cierto punto, pero Rere es una excepción.

 

Mientras tragaba mi ira y la empujaba hacia lo más profundo de mí, Rere no pudo contener su temperamento y comenzó a tirar las cosas.

 

“Es un alivio que no haya nada peligroso aquí”. Por un momento, me sentí aliviada porque pensé que nunca estaría en una situación lo suficientemente peligrosa como para salir herida, pero…

 

Una de las cosas que tiró, me golpeó en medio de la cara.

 

¡Pum!

 

—¡Auch!— dejé escapar un solo gemido ante el inesperado dolor. Un bloque de madera rebotó en mis pies y luego rodó. Aunque había eliminado todas las cosas peligrosas de aquí, de algún modo esto seguía allí.

 

Ni siquiera puedo sentir el dolor debido a mi perplejidad. Primero pensé que estaba bien, pero al momento siguiente, algo goteó mientras mi cabeza comenzaba a sentirse caliente.

 

“¿Eso no es sangre, verdad?” Cuando limpié mi frente con las manos, la cálida sangre las manchó. En efecto, era sangre roja. Por un momento, me pregunté si esto era un sueño. Entonces, Rere corrió hacia mí sobresaltada.

 

—¡S-Sangre! ¡E-s…! ¡Por eso te dije que te fueras!— Ella ni siquiera se estaba disculpando. Maldición. Madrastra, o lo que sea, ¿Debería darme por vencida y golpearla antes de huir?

 

Me limpié la frente con mis manos sin poder pensar en sacar mi pañuelo para hacerlo porque estaba aturdida. Había tanta sangre goteando que incluso cuando la limpiaba, continuaba manchando mis manos. Era tan espantoso. Entonces, Rere se acercó aún más a mí.

 

—¿No estás...enojada?

 

—¿Qué?

 

—¡¿Por qué no estás enojada?!

 

Yo soy quien debería estar enojada, pero ¿por qué estás molestándote?. No te preocupes por eso Rere, estaba a punto de enfadarme. ¿Qué debería hacer contigo? ¿Te haría sentir mejor si te llevo a algún otro lado y te doy unos golpes en tu trasero?

 

—¡¿Por qué no estás enojada, por qué?!

 

—Eso es porque...

 

“Quiero pegarte. Lo he pensado más de una centena de veces. Creo que los integrantes de esta familia te han malcriado demasiado. ¿Si golpeo tu trasero cien veces, te despertarás?”. Mientras estaba inmersa en mis pensamientos, junto con el sonido de la puerta abriéndose, sonó una voz familiar.

 

—Es la primera vez… Eres la primera persona que no se ha enojado por su comportamiento.

 

—¿Perdón?— Ante la severa voz del hombre, levanté mi cabeza rápidamente. Era el padre de Rere, el dueño del mercado negro, y el Duque, Ian Petri.

 

—No importa lo que ella haga, ¿La estás tratando de criar con amor?

 

Mi cuerpo se estremeció con las severas palabras del hombre.

 

—Su gracia, eso no es lo que quise decir...—En el momento en el cual me quedé estática ante su mirada sombría, Rebecca se acercó a mí.

 

—Oye, tú...

 

—¿Cómo?

 

“Sólo aguarda, Rere, más tarde te daré un par de nalgadas para que aprendas.”, pensé. Pero entonces, Rere tiró del dobladillo de mi ropa hacía ella.

 

—...No fue mi intención, lo siento…

 

¿Qué? Esto no está bien. A diferencia de mis expectativas de que ella comenzaría a maldecir y gritar, Rere vino hacia mí con lágrimas cayendo de sus pequeños ojos.

 

 ¿Qué es lo que está mal contigo?

 

 —Estás actuando un poco diferente…

 

El Duque también está actuando extraño.

 

¡Oye!, ¡Las cosas no son de este modo! Esto está comenzando a ponerse muy extraño. ¿Podrías solo no arrepentirte?

 

Después de eso, eventualmente, recibí tratamiento médico del doctor que fue llamado desde afuera. Aunque no estaba gravemente herida, el médico dijo que debía envolver mi cabeza con una venda debido a la herida abierta.

 

Un vendaje blanco envuelto alrededor de mi cabeza. No pude negarme a eso. Pensé que sangraría si no lo tapaba. No había otra opción más que tener un vendaje envuelto alrededor. Entonces, cuando el tratamiento terminó, Rebecca entró corriendo a la habitación y gritó.

 

***

 

Traducción: Pali Rojas.

 

¡Ya estamos donde había partido el primer capítulo! Espero que lo hayas disfrutado. No olvides unirte a nuestro servidor de Discord para enterarte de nuevas actualizaciones.

 

Capitulo 09

Me Convertí En La Madrastra De Una Familia Irremediablemente Oscura - Novela

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