Capitulo 14

Me Convertí En La Madrastra De Una Familia Irremediablemente Oscura - Novela

12/21/2022

 

Capítulo 14





Más tarde, ese día.



Apenas llegué a mi habitación, me lavé. No pude dormir durante un largo tiempo. La versión de Rere que ví hoy no dejaba de pincharme el corazón. 



“Quiero hacer algo por ella. ¿Debería ser sincera con mis sentimientos?”



¿Cómo debería cambiar a la niña?



Basada en todos los niños que he conocido hasta ahora, todo lo que puedo hacer por ella es esperar pacientemente.



Las palabras “creo en tí” o “esperará a que cambies” no funcionaron ni funcionarán con ningún niño herido.



Miré por la ventana en silencio, sabiendo que era inútil tratar de arrancar las heridas complejas derivadas de varias fuentes problemáticas.



Antes de venir aquí, no había ningún adulto que fuera cercano a mí. Era una niña nacida de una madre soltera que incluso desapareció sin dejar rastro tan pronto como me dio a luz. Fui la niña que ni siquiera fue registrada tras su nacimiento porque nadie vino a buscarla después de pasar todo un mes en el hospital.



Desconocía esta historia cuando era joven. Un día, de repente sentí curiosidad por mis padres, así que seguí a la directora del orfanato y le pregunté. Ella hurgó en los documentos con expresión molesta y me dijo la verdad que puede o no serlo.



Desde que nací, nunca tuve una familia. Las personas en el orfanato eran las únicas que tenía, aunque nadie se preocupaba por mí porque tenían tantos niños.

Incluso la directora del orfanato me hizo trabajar demasiado cuidando a los niños como si fuera una empleada más, y no había nada más en mi vida diaria, excepto cuando iba a la escuela. Desde recién nacidos, hasta niños que se graduaron del orfanato, me pasé los días cuidando de ellos como si hubiera nacido para ello.



Pasé noches enteras sin dormir, pero los adultos fingían ignorancia porque sabían que si me tomaba un solo día libre, lo pasarían mal.



“Y luego fui adoptada”



No estoy segura si fue una decisión, un capricho, o si fue por la presión de un tercero, pero obtuve una familia normal. Incluso, era una “casa” económicamente próspera.



Sin embargo, mis padres, que me adoptaron cuando tenía 15 años, solo me veían como la niñera de sus hijos. Ojalá todo se hubiera detenido ahí, pero tenía que hacer todas las tareas del hogar y también limpiar lo que ensuciaba su hijo de 13 años. Ese niño tenía el mal hábito de robar el dinero de su madre, por el cual tuve que asumir la culpa en su lugar.



Ensangrentada, las inevitables palabras abusivas me atormentaron. Me golpearon en la cabeza y en todo el cuerpo hasta el punto en el cual no podía levantarme. No obstante, en esa vida sucedieron algunas cosas buenas. Después de permanecer en esa casa durante tres años, aprendí a hornear y dibujar, algo que no habría podido aprender nunca si me hubiera quedado en el orfanato.



“Es gracioso tratar de comparar de algún modo a Rere conmigo…”



Dije que Rere era como un reflejo de mis días de infancia, pero la situación de ella era completamente diferente a la mía. Sin embargo, la imagen de mi yo más joven, que se arrodillaba y rogaba a mis padres adoptivos cada vez que decían “¿Por qué adopté a esta niña mendiga?” porque tenía miedo de que me abandonaran, ahora se superponía con la imagen de Rere.



“No necesito nada más, solo quiero que te quedes a mi lado. Espero que no me deseches como basura”.

 

Así que aplaudí con fuerza y me dirigí a la cocina.



***



A la mañana siguiente.



Caminé hacia la habitación de Rere con May, que había venido a buscarme a tiempo como de costumbre.



Mientras pensaba en qué deberíamos jugar hoy, o si deberíamos hacer chocolate juntas si ella estaba lo suficientemente sana, llegué frente a su habitación.



—Oh, por dios. Nos encontramos de nuevo. —Era la mujer que el Duque había traído como nueva madrastra de la niña.



—¿Vienes buscando a la niña desde tan temprano en la mañana? No, antes que eso, ¿Sigues anhelando el puesto de madre? ¿Señora cucaracha sin nombre?



—No soy quién va a perder esta posición. ¿No crees que combina bien cn alguien que tiene sangre noble, como yo? La posición de Duquesa, quiero decir. Ahora, abre la puerta.



La mujer, que me miraba de arriba abajo como si me viera rara, entró de inmediato. Su parloteo no cesó mientras entraba a la habitación.



—Quieres vencerme, pero, ¿qué puedes hacer? No hay nada bueno en ti. Te ves ridícula mientras caminas con esa ropa. ¿Dijiste “una cucaracha”? ¿No es acaso una palabra vulgar que solo dicen los esclavos? Ja, ja, ja.



Su ropa era claramente diferente a la mía. En su falda, hecha de material de alta calidad, estaban adheridas todo tipo de joyas. Incluso había una gran cinta atada a la parte superior de su vestido, lo que la hacía parecer algo constreñida.



“¿Estás diciendo que eso es hermoso?”



Bueno, en verdad era mejor que el vestido que llevaba puesto, pero eso no era nada práctico. 



La miré por un momento y traté de mover mis pies para entrar, pero las sirvientas de esa mujer me impidieron entrar durante un largo rato. Sin embargo, no pudieron evitar que entrara. Al igual que un gusano se retorcía cuando alguien lo pisaba, entré sin problemas. Mientras sucedía la pelea frente a la puerta, esa mujer se acercó a Rere.



—Hola, Rere. Aquí está tu mamá.



—Una tía tan fea como tu no puede ser mi mamá.



—¿Dijiste que soy fea? No deberías decir eso. Esa es una mala palabra…



—...Estúpida.



—¿Qué?



—¿Qué te pusiste en la cara? Apesta. Para ser precisos, huele a caca.



—¿Qué quieres decir con que apesta? Es solo..el aroma del perfume.— La mujer, avergonzada, empezó a abanicarse.



—Un pedazo de caca.



—...Tú. Al final, seré tu mamá. ¿No crees que te arrepentirás de haberme hecho esto? ¿Qué pasa si te golpeo? Entonces, te dolerá mucho.



—No tengo miedo, caca estúpida.



—...En serio, ¿Cómo puede una niña, que se llama Princesa, tener un hábito tan malo?



—¿Qué?



—Pondré fin a tu actitud hoy mismo. Tu papá dijo que podía hacer lo que quisiera a partir de ahora.



Solo entonces Rere desvió la mirada de su conejo y se encontró con los ojos de la mujer. Como si fuera una señal, la sirvienta de la mujer rápidamente dejó algo frente a Rere.



Eran todo tipo de bombones.



Algunos tenían empaques lujosos, mientras que otros tenían forma de animales. Era un surtido de chocolates que eran tan bonitos como para tentarte, incluso siendo adulto.



No fue hasta que ví lo que había metido en mi bolsillo que me dí cuenta. Había una gran diferencia entre lo que había hecho con mi esfuerzo para Rere y los chocolates de esa mujer, que estaban esparcidos por todo el piso, hasta el punto que me dio vergüenza. Lo mío se veía tan mal.



Los ojos de Rere se detuvieron sobre mí por un momento, pero esa mujer volvió a bloquearme de su vista.



—Tienes que escuchar a tu mamá. Mira, tu mamá te trajo un poco de chocolate.



—...



—Escúchame si quieres comerlos.



Como Rere continuaba mirando los chocolates sin decir palabra, ella levantó la barbilla y la posó sobre la niña.



—Si has recuperado la razón, levántate y discúlpate conmigo.



Ahora, sus ojos se volvieron hacia mí. Podía sentir su evidente sarcasmo en su mirada, como si dijera que esto no era nada para ella.



Resoplé ante su actitud. Suficiente confianza. Veamos si puedes manejar este tipo de niña.



—Estos son trozos de caca traídos por una caca estúpida.



—¿Qué?



—Piérdete.



—No puede ser…¿Me estás diciendo que me…pierda?



—Sí.



—...¡Ja!, ¿Sabes quién soy?



—Lo sé. Un trozo de caca. — Rere ni siquiera volteó a verla, porque estaba ocupada jugando con sus muñecas.



—...Recuperarás el sentido solo si te golpean, ¿Verdad?



Solo entonces la mirada incómoda de Rere volvió a verla.



—¿Me vas a pegar?



—Sí. Así es. La princesa Rebecca del Ducado de Petri es una niña muy mimada. Te comportas desaforadamente. A una niña maleducada se le debe dar una lección. Como madre, tengo que castigar a mi hija para que crezca de forma adecuada.



—Tú no eres mi mamá.



—Lo soy, la tercera. El documento dice que soy tu tercera madre. Esa estúpida mujer de ahí atrás ni siquiera pudo escribir su nombre. — Por un momento, la mujer volvió la cabeza y me miró.



—La gente tonta como tú no debe saberlo. Debes haber creído que eras la tercera madre. El Duque anuló el documento incluso antes de que se presentara oficialmente, ¡Ja!.



Es por eso que era tan descarada.



Nunca imaginé que eso sucedería. Como me sorprendieron sus palabras inesperadas, ella siguió parloteando.



—Reúnanse. Princesa, esa mujer no es tu mamá. Soy tu verdadera madre, aunque no te guste. Así que traiganme el palo.



—¡No!



—Tu padre me dijo que te cuidara.



En ese momento, un pensamiento vino a mi mente. ¿La tercera madre que figura en el documento? La tercera madre de Rebecca resultó gravemente herida. Ni siquiera sé su nombre.



La mujer que es gravemente herida por Rebecca. Eso…no puede ser. Soy la tercera en orden, pero según dijo ella, ya no lo era, ¿verdad?.



No podía creer que anulara el documento. Claramente, el primer documento escrito por el Duque y Leona era un registro de matrimonio.



Leona no sabía nada y firmó el documento bajo la presión de su familia. Ciertamente, tengo su recuerdo.



Fue en ese momento que la mujer, que no dejaba de decir tonterías, tiró bruscamente del brazo de Rere.



—¡Ven aquí!



Instintivamente, mi cuerpo salió despedido como una pelota de goma y agarró su mano con violencia.



—¡Argh! ¿Por qué me agarras? ¿Quieres que te golpeen? ¡Eres una madre falsa! ¡¿Cómo te atreves a tocarme?! ¡Qué demonios estás haciendo!— dijo con una mirada furiosa hacia mí.



—¿Qué pasa contigo? ¿Qué le estás haciendo a una niña? ¿Estás descargando tu ira con ella?



—Cierra la boca. ¡Cómo se atreve una moza como tú a tocarme!



—Entonces, ¿qué te hace superior como para poner tu mano sobre una simple niña de cinco años?— Pero lo que dije no funcionó con ella.



—Soy su madre. Es natural que los padres guíen a sus hijos por el camino correcto. ¡Cómo te atreves a tratar de enseñarme con esa boca tuya! Vete de aquí antes de que te rompa la boca. Criadas, ¿Qué están haciendo? Saca a esta moza de aquí ahora mismo.




Esta a punto de ser arrastrada por sus sirvientas que eran mucho más numerosas que antes, pero en el momento en que soltara la mano de esta mujer aquí, era obvio que la niña sería maltratada, así que la agarré con todas mis fuerzas.



—No te dejaré hacerlo.



—¡Argh! ¡Duele!



—No te dejaré hacerlo, incluso si te rompo la mano.




***



Traducción: Pali Rojas



Notas de traductora:



¡Espero que hayas disfrutado la lectura hasta aquí! Odio a esta nueva madrastra. ¿No se les hace odiosa? ¡No maltrates niños pequeños por que sí!



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Capitulo 14

Me Convertí En La Madrastra De Una Familia Irremediablemente Oscura - Novela

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