Capítulo 17
El Duque, que había estado caminando solo por el silencioso pasillo, murmuró para sí mismo mientras miraba por la ventana como si tuviera algo en mente.
—No puedo dejar que Rere me odie. ¿Eso era chocolate? Eso es, puedo llenar la habitación con ello…
Su rostro cambió sutilmente mientras su voz disminuyó un tono.
Astra no podía haber sido quien estaba en su mente.
***
Llegó la noche.
La noche aquí era más fría de lo que pensaba, por lo cual las sirvientas estaban ocupadas prendiendo fuego al horno.
Después de bañarse, Rere se acercó a mí en pijama con un dibujo de un conejo en el medio.
—Mi cama es estrecha. Quiero dormir en la habitación de mamá.
—¿Qué? La cama de la habitación de Rere es bastante ancha.
Era una cama muy espaciosa, lo suficientemente amplia como para que cupieran cinco adultos, pero Rere estaba siendo terca.
—¡Sí Rere dice que es estrecha, es estrecha!
En pijama, levantó un peluche de conejo y una almohada y luego me miró.
—Vamos.
—¡¿Qué qué?!
La niña estaba decidida. Rere ya había comenzado a caminar, así que no tuve más remedio que caminar detrás de ella. Sin embargo, el camino a mi habitación era un poco extraño.
La seguí a pesar de saber eso, pero Rere se dirigió en dirección opuesta a mi habitación. Después de un rato, nos detuvimos frente a una enorme sala.
—¿No vas a entrar?
—¿Qué?
—Hemos llegado a tu habitación, entra.
—Rere, esta no es mi habitación.
—¿Qué? ¿No es tu habitación?
—Oh, sí, no lo es.
Como si no pudiera entender mis palabras, Rere arrugó las cejas.
—Pero, ¿No es esta la habitación de la Duquesa?
En ese momento, ya sea que le molestara el ruido fuera de la habitación o estuviera a punto de salir, Astra salió de la habitación.
—¿Qué es esto? ¿Qué es todo este ruido?
—¿Por qué esta caca sale de ahí?
Astra, quien salió con el cabello despeinado, levantó las comisuras de su boca cuando nos vio.
Luego, se cruzó de brazos y miró a Rere.
—Es mi habitación.
—¡Esta es la habitación de mi mamá!
—Es por eso que es mía, porque yo soy tu mamá.
Su comportamiento se volvió más relajado a medida que iba comprendiendo la situación.
—Aja…ahora lo sé.
—¡Qué sabes! ¡Sal de aquí! ¡Esta es la habitación de mi mamá!
—¿No es esta una prueba de que tu papá me reconoció como tu madre?
—¡No digas estupideces! ¡Apártate de mi camino!
—Si quieres entrar, haz lo que quieras.
¡Pum!
Cerró con un portazo. Incluso le puso llave desde adentro. Solo el sonido de la puerta cerrándose resonó en el silencioso pasillo. Antes de que el sonido se desvaneciera, Rere hizo un gran esfuerzo para girar el pomo de la puerta, pero, por supuesto, no la pudo abrir.
—...¡Maldita sea!
Rere, que no pudo contener su ira, pateó la puerta con fuerza.
—¡Oye! ¡Oye, sal de ahí!
¡Pum! ¡Pum!
A pesar del fuerte ruido, no hubo respuesta. En cambio, hizo que la cara de Rere se sonrojara.
—Rere, si continúas haciendo eso, solo te lastimarás los pies. Volvamos ahora, ¿si?
—¡Papá! ¡Dónde estás!
De todos modos, no importa qué diga, ella nunca me escucha. Quizás Rere también lo sintió, pero sus pasos, que ahora se dirigían a otra habitación, eran más rápidos que antes.
Ahora que lo pienso, llevaba aquí bastante tiempo, pero no conocía ningún lugar excepto la habitación de Rere, mi dormitorio, la cocina y el salón donde conocí al Duque por primera vez. También es la primera vez que voy a la habitación de Astra.
—Date prisa, mamá. ¡Necesito arreglar el mal hábito de mi papá! ¡Lo he mimado tanto que ha sido tan malo estos días!
La aparición de una Rere que hablaba como un adulto me hizo reír de forma inconsciente. Incluso ahora, ver sus diminutos pies pisando fuerte era adorable.
—Ven rápido. —Mientras tanto, Rere se acercó y me tomó la mano.
—¡Mamá, sostén mi almohada!— Tal vez porque tenía las manos ocupadas, Rere me entregó su almohada y me tomó la mano con delicadeza.
Su mano suave y regordeta era muy cálida.
—Pero mamá, ¿eres tonta? ¡Deberías habérselo dicho a mi papá! ¿Por qué no puedes decir “¡Este dormitorio es mío!”?
—¿Tú crees? Debo ser una tonta, entonces.
—...Maldita sea. Estúpida. ¡No deberías ser tan estúpida! ¡¿Entendido?!— Rere, quien me guiaba, levantó la vista y me miró a los ojos.
—Entonces, ¿cómo se supone que debo vivir?
—¡Oh! La cosa es…
—¿Debería vivir como Rere?
—No, eso no. No me gusta si hay dos personas.
Mientras tanto, llegamos a nuestro destino.
¡Te diré más tarde sobre cómo debes vivir! ¡Primero, tenemos que reunirnos con mi papá!
Como era de esperar, llegamos a una habitación que parecía ser el dormitorio del Duque.
—¿Se-señorita?— Por supuesto, la mayoría de los asistentes del Duque se sorprendían cada vez que veían a la niña porque conocían la personalidad de Rebecca. El joven que custodiaba la habitación del Duque no fue la excepción, se sobresaltó e inclinó la cabeza.
—La puerta.
—¿Sí? ¡Oh! E-el Duque, ahora mismo…
—¡Puerta!
Como si fuera una escena cotidiana, el asistente abrió rápidamente la puerta, pero la persona que salió de la habitación no era el Duque, era el caballero que siempre le seguía.
Había visto su rostro varias veces, pero como nunca lo miré a los ojos, no lo recuerdo particularmente.
No, el hombre, cuya presencia estaba borrosa en mi cabeza como si no pudiera recordarlo, ahora era claramente visible.
—Señorita, ¿Cómo puedo ayudarla?
—Luca, ¿por qué estás aquí?
—Tenía una pequeña tarea pendiente.
—Sospechoso…¿qué hay de mi papá?
—El Duque salió porque tiene muchas cosas de las cuales ocuparse.
—¡¡¿Por qué?!!— Rere rezongó y pisoteó el suelo con los pies.
Entonces, el hombre que salió de la habitación me miró a los ojos. Tenía rasgos similares al Duque aunque si algo era diferente, era solo el color de ojos.
A diferencia del Duque Ian, que tenía cabello negro y ojos rojos, el hombre llamado Luca tenía cabello negro y ojos dorados que no combinaban bien. Era un hombre que me miraba raro. Tal vez solo era mi impresión, pero parecía sospechoso. Guapo, pero sospechoso.
Salir de la habitación de su señor cuando ni siquiera estaba allí…Eso es sospechoso.
Como si supiera que le estaba prestando demasiada atención, cerró los ojos y se inclinó ante mí.
—Más importante, es la primera vez que la saludo. Mi nombre es Luca.
—Oh, sí. Soy Leona Selen.
—Es la primera vez que la veo de este modo. Quería hablar con usted si alguna vez nos volvemos a ver.
La forma en que me miró era contenida. Por supuesto, también había un ligero asombro en sus ojos, podía sentirlo también.
—Es mi mamá, ¡No la mires! ¡Vamos mamá!
—Pareces adorar mucho a la señora Leona. Eso es un alivio. Por favor, si necesita algo, hágamelo saber. — Dio un paso atrás mientras sonreía, pero como si Rere estuviera muy frustrada, me agarró y me arrastró.
Cuando nos alejamos de Luca, Rebecca se detuvo.
—Mamá.
—¿Sí?
—Papá es un cabeza de chorlito y un esnob…¡Pero Luca es un definitivo no!
—¿Qué quieres decir con eso?
—Papá es malo. Odia a mamá. Él es así…pero no Luca. ¡Luca es guapo, pelea bien y es genial, pero aún así…!— Rere, que había puesto un mirada seria, forzó una sonrisa y balanceó los brazos de un lado a otro.
—Mamá es mía.
—¿Soy tuya?
—¡Umm! ¡En realidad Luca…! Tiene muchos defectos. Mmm…es por eso…¡D-De todos modos no puedes con él! ¿Entendido?— Los labios de Rere que se hinchaban a través de sus mejillas regordetas se movían arriba y abajo cada vez que murmuraba. Me reí de linda apariencia que era similar al pico de un pato.
—Está bien, no te preocupes por eso. Pero, ¿quién es ese tipo?
—¡No debes interesarte en él!
Iba a preguntar más, pero debido a la hostilidad de Rere, finalmente me rendí y seguí a la niña.
—¡¿Lo entendiste?!
—Sí, está bien.
Rere, que estaba gritando en voz alta, miró a su alrededor.
—Pero, ¿dónde está la habitación de mamá?
—Mi habitación…está bastante lejos de aquí.
—¡Está bien! Pero me duelen los pies, llévame.
—Por supuesto. Eso es lo que debería hacer.
Solté su mano y le devolví la almohada. Luego, caminé durante un largo tiempo mientras sostenía a Rere en mis brazos. Tal vez era porque ya era hora de dormir, Rere se quedó dormida con la cara apoyada en mi hombro.
—Buenas noches.
—No estoy dormida..ep…Rere…no está dormida. —La niña, que ya tenía sueño, murmuró durante un largo rato y finalmente se durmió. Mientras tanto, llegué frente a mi habitación.
Recientemente había tratado de encontrar el camino de regreso sin la ayuda de May, y ahora pude empezar a usar lo que aprendí. Por supuesto, no fue fácil.
El sudor se formó en mi frente después de caminar durante mucho tiempo. Quise descansar tan pronto como llegué a mi habitación, pero por un momento me angustié por el mal aspecto de la puerta, que era diferente a la de Astra, y miré a Rere que se apoyaba en mi hombro.
“Se enfadará si la llevó a su habitación sin decírselo”.
Mientras sufría con la idea, sacudí ligeramente sus hombros para despertarla.
—Rere, ¿de verdad vas a dormir en la habitación de mamá?
—...¿Dónde está la habitación?— dijo Rere, que se despertó y miró rápidamente a su alrededor mientras se frotaba los ojos.
—Oh…está justo aquí.
—...pero es un almacén.
—No, es la habitación de mamá.
La habitación que vimos hace un momento estaba adornada con detalles dorados. Por otro lado, la mía solo tenía una puerta de madera. Era natural que el rostro de Rere se pusiera rígido.
La niña señaló la puerta con una mirada asustada.
—¿De verdad vives en ese almacén…?
—¡Sí! El interior no es tan espacioso como tu habitación, ¡pero es agradable!— dije mientras abría la puerta con una sonrisa.
Rere, que entró rápidamente a la habitación, movió la nariz y sacudió la cabeza.
—¿Esto es una habitación? ¿Cómo es que…te dejan quedarte en este tipo de habitación?
Ante las palabras de la niña, la vida de Leona pasó ante mis ojos.
***
Traducción: Pali Rojas.
Notas de traductora:
Pali viendo aparecer a Luca: ¿Amigo o enemigo?
¡Feliz año nuevo 2023! Les deseo lo mejor en este año. Espero que hayas disfrutado la lectura. Nos vemos en el siguiente capítulo.
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