Capítulo 19

En vez de abrir los ojos con la cálida luz del sol, lo hice ante el sonido de alguien llamando a la puerta.

—¡Señora, señora!

Bostecé porque me dormí tarde, pero como la situación parecía urgente puse la manta sobre Rere y abrí la puerta.

La niñera estaba junto a la puerta, sudando a mares.

—¿Qué sucede?

—¿La señorita también está aquí?

—Ella está durmiendo, ¿pasa algo malo?

—Oh, ya veo. El amo ha estado buscando a la señorita desde temprano en la mañana.

—...Dios mío, ¿Qué hora es?— Miré el reloj de la habitación. Todavía no eran ni las 8 am, así que me irrité. Pero la expresión de la niñera era incluso peor que la mía.

—Pero aún así…si no va, mi Señor probablemente vendrá hasta aquí.

De hecho, con su temperamento, vendría totalmente aquí. Di un profundo suspiro y asentí.

—Está bien, me prepararé.

Quería maldecirlo por despertar a una niña pequeña dormida, pero no estaba aquí, así que regresé a mi habitación y me cambié de ropa. Entonces, levanté a la niña dormida entre mis brazos.

—Mmm…¿Ya es de mañana?— Tan pronto como la abracé, abrió sus ojos somnolientos y apoyó la cabeza en mi hombro.

—Todavía no es hora de despertar, pero papá está buscando a Rere. Volvamos a tu habitación.

—Mmm…está bien. Dormiré un poco más.

—Sí. Duerme bien todo el camino.

Miré el reloj mientras me cambiaba, pero aún no era ni cerca de las 10 am. Es una hora promedio para que un adulto despierte, pero no para un niño, menos para una niña que se levantaba alrededor de las 11 en punto. Para ella ahora era como el amanecer.

Incluso yo sabía sobre el horario en que la niña se despertaba, así que no podía creer que su propio padre la estuviera buscando en este momento.

—...Aay…

—Cuando salí, la niñera envolvió la manta alrededor de los hombros de Rere y habló de forma silenciosa.

 

—¿La señorita durmió bien anoche?

Tal vez ella notó mi mal humor, ya que la niñera me miró con incomodidad. 

—Ella durmió bien. Aunque hubo un poco de conmoción…

—¿Conmoción?

—Sí. Visitamos la habitación de esa mujer y también fuimos a la habitación del Duque.

—Oh Díos mío. Entonces, ¿qué pasó después?— Cuando la niñera levantó la voz sorprendida, vio a Rere que estaba en mis brazos y se apresuró a taparse la boca con la mano.

—Lo siento…

—¿Por qué te disculpas? No creo que la niña sea tan mala. Y no pasó nada. Astra cerró la puerta antes de que pudiéramos entrar, y el Duque no estaba en su habitación.

—Oh…¿La señorita solo no hizo nada?

—Si. Todo estuvo bien.

—¿Está segura? He sido su sirvienta personal desde que era muy joven. Así que conozco a la señorita.— La niñera me dio una cálida sonrisa.

El Duque eligió a la niñera actual, Daisy, después del incidente. La razón fue porque ya no podía confiar en los extraños. Quizás debido a la niñera anterior, esta vez, el Duque eligió a una persona bastante decente. No porque me tratara bien, sino porque trabajaba duro en sus tareas y era sincera con Rebecca.

A pesar de que fue la sirvienta personal de Rebecca durante bastante tiempo, la niñera anterior la odiaba y la obligó a realizar tareas de simple criada. Sin embargo, cuando regresó a su posición original, se volvió más entusiasta que nadie. Aunque Rere a menudo hablaba con dureza durante sus arrebatos, la nueva niñera solo sonreía.

—La señorita ha cambiado mucho. En el pasado habría prendido fuego a la habitación porque no la dejaron entrar.

—¿Fuego…?

—Sí, sucedió antes. Cada vez que se enteraba que el Duque no estaba en su habitación, con su temperamento, irrumpía y daba vuelta toda la habitación. Siempre se enojaba cuando las cosas no salían como ella quería.

Ante sus palabras, acaricié la cabeza de Rere que estaba completamente pegada a mi cuerpo.

—¿Crees que ella ha cambiado?

—¡Sí! Es un buen cambio.

—Pero ella todavía se enoja con los demás.

—Lo sé, pero su actitud es mucho mejor que antes.— La niñera, que soportó la mayoría de las rabietas de Rere en estos días, simplemente se rió de mí.

—Se lo estoy diciendo en serio. Si otras personas vieran su comportamiento, puede parecerles grosero y malcriado, pero realmente ha mejorado.

Estuvo a punto de decir “Eso es un alivio, ojalá fuera un poco más gordita que los niños de su edad”, pero el pasillo se volvió ruidoso.

Tan pronto como giré hacia la esquina del pasillo que conducía hacia el centro del castillo, me encontré con los ojos del Duque. Quizás estaba a punto de venir por aquí, pero sus pasos eran bastantes rápidos.

Por supuesto, el Duque se enfureció tan pronto como me vio. Mientras miraba su expresión, me resistí a decir algo.

—¿Dónde llevaste a dormir a mi hija? ¡A dónde te llevaste a la niña!

—¿Qué quieres decir? Más importante aún, ¿por qué estás buscando a la niña tan temprano? No hay forma de que tú, su padre, no sepa que aún no es hora de que la niña se despierte.

En ese momento, el cuerpo de Rere, que estaba cubierto por la manta, se retorció.

—No tienes que saberlo.

“No tienes que saberlo, mi culo”

Cuando surgió mi deseo de ignorarlo y alejarme, la manta se deslizó hacia abajo.

—Papi tonto, tonto. No hay nada que mamá necesita saber. Si hay algo que mamá necesita saber, Rere también pretenderá no saberlo.— Tan pronto como Rere se despertó, miró al Duque.

—...Rere, si dices eso, papá se pondrá triste.

—¿Papá? ¡Cómo si pudiera! ¡Odio a papá más que nada en el mundo!

Solo haz una cosa a la vez. Solo una. Si vas a arrastrarte hacia la niña como un tonto baboso por su hija, o si vas a mantener tu dignidad como quieres. Solo haz uno de las dos cosas.

El rostro del Duque cambió como agua fría y caliente al mismo instante.

—¡Por qué, solo por qué! Tu eres mi hija, lo eres, pero ¿por qué me odias?

—Porque papá es un tonto.— Rere volvió la cabeza para evitar al Duque.

Hace un momento él me miró con fiereza, pero ahora se inclinó como un humilde eunuco y siguió la mirada de Rere.

—Rere, escúchame, Papá te trajo un regalo.

—¿Qué fue lo que hiciste esta vez? ¡Dijiste que es un regalo, pero siempre te pasas y exageras! Solo me das cosas inútiles!

El Duque se estremeció ante las palabras de Rere como si lo que había hecho fuera algo común.

—¿Qué quieres decir? Es algo que le gustará a Rere. Así que ven aquí. Déjame abrazarte. Veamos tu regalo con papi.

—No.

—Rere.

—No te obsesiones conmigo. ¡Los hombres obsesivos no son atractivos!

El Duque no pudo ocultar su vergüenza y solo se aclaró la garganta.

—Rere.

—Es molesto, ¡tan molesto!

—Te prometo que no te molestaré más. Así que por favor ven con papá por una vez,¿sí?

Solo entonces Rere levantó la cabeza, aparentemente interesada.

—¿En verdad no me molestarás más?

—Por supuesto. Solo ven y míralo una vez.

De repente recuperó su confianza.

—Bueno. Solo esta vez. Pero quiero que mamá me sostenga.

—¿Por qué?

—¿¡Dijiste por qué!? ¿No sabes que me volveré tonta si estoy sola con papá? Esa cabeza de caca se volvió estúpida porque estaba con papá.

Rere estaba testaruda, y el Duque era un baboso tonto por su hija. Estaba bastante avergonzado ya que Rere seguía diciendo malas palabras contra él.

—Está bien, no puedo evitarlo. Entonces iremos juntos. Estoy seguro de que Rere se volverá a enamorar de papá una vez que lleguemos allí.

—De ninguna manera.

—¿Vamos a verlo? ¡Oye, tu, sígueme!— Al final el Duque tomó la delantera con determinación.

Por supuesto, me molesté cuando dijo “oye tú”, pero aún así lo seguí por Rere. 

“Te haré pagar 200 veces más por lo que me has dicho y hecho”

Apreté los dientes y lo miré con fiereza. Estoy segura de que Rere, que estaba mirando al Duque, se sentía igual que yo.

—¡No importa lo que haga, nunca me gustará papá!— Rere estaba claramente disgustada, pero no obstante, la cara del Duque estaba bastante brillante.

Luego, llegamos al salón ubicado en el primer piso. Había estado en este lugar antes.

Como si estuviera bien preparado, el Duque abrió la puerta de par en par. Pero tan pronto como llegamos allí, Rere y yo nos horrorizamos.

—...Papi, ¿estás loco?— En ese momento, la voz  fría de Rere resonó en la habitación. No era su voz enojada o irritada. Su voz claramente contenía decepción.

—¿Rere? ¿Qué quieres decir con loco? Eso debe tener un buen significado, ¿verdad?— El Duque estaba totalmente ajeno a los sentimientos de la niña, a pesar de que su tono era completamente diferente a sus arrebatos habituales. Él solo parpadeó, totalmente despistado sobre lo que estaba diciendo Rere.

Se rumoreaba que el Ducado de Petri era responsable de manejar los sucios negocios del Imperio. Y el protagonista principal de ese rumor, el Duque Ian Petri, era famoso por ser inteligente. Pero no tenía idea de que era tan tonto con las cosas relacionadas con su propia hija.

Mi mirada recorrió el salón. Toda la habitación fue transformada por completo. Desde el piso hasta el techo, toda la habitación estaba llena de chocolate. No es exagerado decir que todo el mobiliario era de chocolate.

No estoy segura de si solo cubrieron todo con chocolate, o si los muebles reales estaban hechos de chocolate…en cualquier caso, no era algo que una persona cuerda haría.

—Mamá, déjame bajar.

Mientras miraba fijamente la absurda vista, finalmente recuperé el sentido y la bajé. Rere estaba determinada.

La niña corrió hacia el Duque.

—Te gusta, ¿no es así?— Sonrió torpemente y se arrodilló en el suelo porque no le quedó claro si “loco” tenía un significado positivo o negativo. Aunque finalmente sonrió con los brazos abiertos como si hubiera llegado a la conclusión que “loco” significaba algo positivo.

Pero Rere corrió hacia él de inmediato y pisoteó el pie del Duque.

—¡Auch!

***

Traducción: Pali Rojas

Notas de traductora:

Ian Petri…está completamente loco. Ese pisotón se lo merece, ja, ja, ja. ¡Rere, doma un poco a tu padre, el Duque loco!

 

Espero que hayan disfrutado de su lectura tanto como yo disfruté leer y traducir esto. ¡Nos vemos en el próximo capítulo!

 

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