Capítulo 21

 

Rere y yo nos reímos, de buen humor, y llegamos frente a la cocina.

 

—¿Qué es este lugar?

 

—¡Esta es la cocina! Nadie la está usando por ahora, así que la usaré por un tiempo.

 

—¡Oh! ¡Así que es una cocina solo para mamá!

 

—Así es.

 

Justo cuando estábamos a punto de entrar a la cocina, la niñera corrió hacia nosotras.

 

—He traído lo que pidió.

 

—...Bueno, ¿acaso no es lindo?

 

Tan pronto como lo vio, Rere bajó de mis brazos con una expresión encantada.

 

—Ahora, pruébatelo.

 

La niñera, que tenía una sonrisa orgullosa en su rostro, se lo puso rápidamente a Rere. Entonces, ella se dio la vuelta después de que el delantal blanco se sujetara a su vestido azul.

 

—No estoy haciendo esto porque me gusta. Es porque a mamá le gusta.

 

—Lo sé. Nuestra Rere tiene un corazón tan grande que siempre hace lo que su mamá quiere.

 

—Así es. Así que comencemos a hacer el chocolate.

 

—Espera un momento. Prepararé las cosas.

 

Justo cuando estaba ocupada sacando varios ingredientes de la mesa, alguien entró en la cocina.

 

—Deben estar haciendo algo divertido.

 

Me quedé rígida ante la repentina aparición de un hombre.

 

—Tú…

 

—Estaba de paso y me detuve cuando escuché ruidos que venían de aquí. También vi a muchas sirvientas haciendo guardia afuera, a diferencia de lo usual.

 

En ese momento, Rere lo recibió con una brillante sonrisa.

 

—Es Luca. Luca, ¿quieres ver? Estoy haciendo un increíble chocolate.

 

A Rere no le importó su abrupta aparición y le sonrió emocionada, mientras que yo estaba más bien agobiada por él. No pensé que fuera un mal tipo, pero por eso me sentí más incómoda. Sentí que emitía una “emoción” forzada. Mientras tanto, Rere tomó la mano de Luca y lo llevó a la cocina.

 

—Señorita, ¿está haciendo su propio chocolate?

 

—Por supuesto. Estás deseando probarlo, ¿no es así?

 

—Muchísimo. Entonces, ¿puedo observar desde aquí?— Luca ya había tirado de una silla y se había apoyado en la mesa, incluso antes de que le dieran permiso.

 

—Por supuesto. Le daré a Luca un permiso especial para ver. Mamá, puedes empezar.

 

—¿Qué? ¡Oh!

 

—¡Mueve las manos así y asá!

 

Los ojos de la niña brillaron. No quise enseñarle desde el principio, pero cuando Rere me dijo que lo hiciera con tanta confianza, sonreí y levanté a la niña hacia las pequeñas escaleras.

 

—No puedo hacer eso. Se suponía que lo haríamos juntas, ¿verdad? Lo que vamos a hacer hoy no es muy difícil.

 

Hoy voy a hacer pavé de chocolate.

 

—Rere solo necesita derretir diligentemente el chocolate.

 

—¿Qué? ¿Eso es todo lo que necesito hacer?

 

Miré a la niñera, en caso de que fuera peligroso para la niña, y ella, naturalmente, se pegó al lado de Rere.

 

La receta del Pavé de chocolate, que se adapta a todos los gustos, es sencilla y cualquiera podría hacerlo fácilmente. Solo necesita crema batida, manteca, chocolate y cacao en polvo.

 

Trabajé mucho para preparar el molde calentando la crema batida junto a Rere. Mientras tanto, el chocolate se derritió y vertí la crema batida sobre el chocolate derretido por Rere para hacer ganache. Por último, tomé la mano de Rere para derretir la manteca y la eché en la sartén.

 

—Ahora, está listo.

 

—¿Listo? ¿No vas a darle forma?

 

—Sí. Pero tenemos que ponerlo ahí para que se solidifique.

 

Rere hizo un puchero, disgustada por mis palabras.

 

—¡No está bien! ¡Es solo chocolate feo!

 

Tan pronto como traté de calmar a la niña, Luca se puso de pie, se inclinó más cerca de Rere y le acarició la cabeza.

 

—Puede haber chocolates feos en el mundo, pero todos los chocolates hechos por la señorita son preciosos. Y se ve delicioso. A mis ojos, es más precioso que cualquier otro chocolate.

 

—...Tsk, quería hacer algo más genial como mi mamá…¡No me trates como a una niña!— Pero el esfuerzo de Luca por apaciguar a la niña fue inútil ya que Rere puso sus manos en sus caderas y me miró.

 

—Claro que no, Rere. Si hacemos todo de una vez, no nos quedará nada por hacer mañana, ¿verdad?

 

—¡Oh!...— Solo entonces Rere levantó la barbilla como si entendiera algo.

 

—Así es. Mamá debe estar aburrida. ¿Tantas ganas tienes de jugar conmigo?

 

—Por supuesto. Quiero jugar contigo todos los días.

 

—Bueno, como mamá lo quiere tanto, haré choco contigo mañana y pasado mañana. Eso es suficientemente bueno, ¿verdad?

 

—¡Sí!

 

Terminé pasando mi tiempo charlando sobre varias cosas para que coincidiera con el ritmo de la niña. 

 

Así que había cámaras frigoríficas. En pocas palabras, era similar a un refrigerador moderno, solo que la forma era diferente. El almacenamiento estaba equipado con piedra de maná. Como resultado, el aire frío salió del almacenamiento que parecía un cajón y enfrió el chocolate.

 

La piedra de maná era conveniente de muchas maneras. Desde una cámara frigorífica hasta un electrodoméstico para mantenerte caliente durante la noche. También podía usarse para teletransportarse, sin embargo, no sabía usarlo muy bien. En resumen, la piedra se usaba en varios lugares y formas.

 

Sorprendentemente, escuché que el Duque de Petri se volvió más poderoso y tenía muchas de esas piedras activas en comparación con otras familias nobles debido a su posesión de la rara mina de piedra de maná.

 

—¡Por suerte, ya está listo!

 

—¿Eso es todo?— Cuando saqué el chocolate, Rere, que se aferraba a mí, hizo un puchero.

 

—¡Sí! Ahora, es el turno de Rere de rociar esto. —dije, tendiendo a Rere el cacao en polvo.

 

—¿Qué es esto?

 

—Solo necesitas espolvorear por encima y listo.

 

—¿Ya hemos terminado? ¿Qué pasa con lo principal?

 

—Esto es todo.

 

—¿Y qué es esto…?

 

Estaba apunto de responder “cacao” cuando la niña acercó su rostro al cacao en polvo. Tal vez porque le picaba la nariz, Rere de repente estornudó de forma ruidosa y gracias a ello, el cacao en polvo voló en ese instante.

 

—Agh…maldita sea…¡Mamá! Estás haciendo esto a propósito, ¿verdad?

 

Junto con el dulce aroma, el cacao voló por todo el lugar como una enorme nube de polvo.

 

—No, imposible. — respondí, pero Rere estaba muy enojada.

 

—Yo…debo disculparme. — Dijo Luca. Debido a que se paró frente a Rere, quedó en un estado espantoso. Su hermoso rostro estaba cubierto del chocolate en polvo. La cara de la niña también estaba arrugada por eso.

 

—¡No es mi culpa! ¡Es culpa de mamá!

 

—Señorita, estoy bien. Dejando eso de lado, su cara está sucia, señorita.— Dijo, y como si él fuera la personificación de la palabra “bondad”, sacó un pañuelo de su bolsillo y de inmediato limpió la cara de Rere.

 

Mientras tanto, Rere, que se dejó limpiar en silencio, se puso hosca y desvió la mirada al suelo.

 

.—...Luca es…dulce.

 

—Solo con usted, señorita.

 

—...Ojalá…Luca fuera mi papá.

 

—¿Eso es lo que sientes en verdad?

 

 

—Papá…nunca me ha limpiado la cara con sus manos. ¡Eso no es un cumplido!— La hosca Rere le arrebató el pañuelo de la mano y se secó la cara.

 

—Luca, vete, No quiero verte.

 

—Está bien, señorita. Después me iré y me lavaré la cara también.— Luego de esa respuesta, dio un breve saludo y en silencio salió de la cocina.

 

Apenas se fue, Rere suspiró profundamente y me entregó el pañuelo.

 

—¡Usalo o no, no me importa!

 

—¿Me estás dando esto para que pueda limpiarme la cara?

 

—Qué absurdo, ¡Solo quiero que te limpies la cara y se lo devuelvas a Luca!

 

—¿En verdad? Gracias.

 

—Oh, no, no. No puedes. Retiro lo que dije. Cuando mamá termine, dáselo a la niñera para que pueda devolvérselo a Luca. ¡Mamá, nunca, jamás, deberías quedarte a solas con Luca!— Dijo, con sus ojos rojos mirándome directamente, así que me incliné ligeramente hacia la niña que parecía preocupada.

 

—Rere, ¿por qué odias cuando mamá se encuentra con Luca?

 

—¡Qué pasa si…mamá…tira a mi papá y elige a Luca! Si fuera yo, elegiría a Luca también. ¡Porque papá realmente no es bueno!

 

—Tienes razón, Rere. ¿Pero acaso no sabes cuánto odio a tu estúpido papi?

 

—...Lo sé. Oh, no, quiero decir, no lo sé. ¡Y te equivocas, a mi tampoco me gusta mami!

 

—¿Cómo?

 

—Mamá, debes pensar que me agradas, ¿verdad?— dijo la niña, que de repente me miró furiosa.

 

—Hmm…bueno…¿tal vez?

 

—Qué estupidez. No me gusta mamá, eres estúpida. Siempre cometes errores. A Rere no le gustas, pero aún así, ¡Rere quiere que te quedes! ¡Papá es igual!

—¿Hmm? ¿Qué quieres decir con eso?

—Mamá, no me gustas…pero quiero que estés conmigo. ¡No entiendes ese sentimiento!

 

Me incliné y escuché a la niña, pero Rere se golpeó el pecho con la mano como si lo encontrara frustrante.

 

—¡Qué frustrante! Mamá no tiene idea de eso porque es estúpida, pero así es como se siente mi papá. ¡Así que no te dejes llevar por ningún sentimiento extraño! ¡¿De acuerdo?!

 

—Está bien, lo entiendo.

 

“Tu papá no me elegirá y mucho menos lo elegiré a él. Incluso si tuviera que elegir, nunca elegiría al Duque”

 

A veces, el Duque parecía una persona desprovista de emociones. En particular, carecía de amabilidad y afecto. Entonces, Rere no tenía que preocuparse por eso ya que tampoco elegiría a Luca.

 

Tan pronto como la niña esté sana, los dejaré y viviré en un lugar donde no escucharé ninguna noticia sobre esta familia. Mi objetivo sigue siendo el mismo: huir. Sin embargo, es solo un extra el hecho que mantendré saludable a la niña, para que no se lastime.

 

Mientras tanto, Rere, que se había quitado todo el cacao de la cara con la ayuda de su niñera, espolvoreó el polvo restante sobre la Ganache. Cuando casi terminaba de limpiarme la cara con el pañuelo de Luca, Rere señaló con el dedo índice el chocolate.

 

—Mamá, ¿Hemos terminado ya con esto?

 

—Oh, sí, hemos terminado.

 

—¿Estás diciendo que esta cosa fea es deliciosa?

—Sí, pruébalo.

 

—No. Mamá, pruébalo tú primero en caso de que no esté rico.— Rere, quien recogió el chocolate con sus dedos que estaban completamente manchados, los tendió primero hacia mí.

 

—¿Se lo vas a dar a tu mamá primero?

 

—¡No! Es solo que me temo que puede haber algo raro adentro. ¡Ese líquido blaco que pusiste en el chocolate antes es muy sospechoso!

 

Era solo crema batida, pero Rere siguió estirando la mano mientras decía: Ahh”. Entonces, no tuve más remedio que llevarme el chocolate a la boca. Quizás fue porque los ingredientes eran buenos, que el chocolate se derritió inmediatamente en mi boca.

 

—Mhmm, realmente está delicioso. Quizás sea porque lo hice con Rere.

 

—¿En verdad? ¿Está realmente rico? Es delicioso porque lo hice bien, debo ser muy talentosa.

***

Traducción: Pali Rojas

Notas de traductora:

Sigo viva, pero no me maten (?). Perdón la tardanza. Espero hayan disfrutado la lectura. ¡No olviden unirse a nuestro canal de Discord!