Capítulo 26

Me Convertí En La Madrastra De Una Familia Irremediablemente Oscura - Novela

03/22/2023

Capítulo 26

 

Unos días después, justo después de un descanso para almorzar, el Duque llegó a la habitación luego de mucho tiempo.

 

Rere, que estaba dibujando en un papel, se puso a la defensiva cuando apareció una persona inesperada.

 

—...¡Por qué viniste!

 

El Duque, que normalmente no tendría ni idea de qué hacer con Rere, se mostró con confianza..

 

—Un invitado vendrá hoy. Vine a informarte de eso.

 

—¿Invitado?

 

—Si. Estoy seguro de que Rere lo amará. Entonces, alístate.

 

Sus palabras me dieron ansiedad. Aquella noche, aunque le dije que se comunicara con Rere, el Duque no le dedicó nada de su tiempo. Aun así, no podía creer que invitara a alguien tan de repente.

 

—No. —Como era de esperarse, la reacción de Rere fue contundente.

 

—¿Qué?

 

—¡No! ¡No iré aunque venga un invitado especial!

 

—...Rere.

 

—Ya lo entiendo, así que deja de ser molesto y vete. No quiero verte.

 

La ira de Rere estaba peor que nunca, lo cual era comprensible. Su papá, que nunca la buscó ni una sola vez, le informó que vendría un invitado. Pero el Duque arrugó la cara cuando vio así a la niña.

 

—...¿Cuánto tiempo seguirás actuando como una niña? Si no te preparas, dejaré que el invitado venga a esta habitación, así que encárgate tú misma.

 

El Duque no sabía que si reprimía tan fuerte a la niña, ella se volvería más y más retorcida, pero salió de la habitación muy malhumorado.

 

—Estúpido.—Tan pronto como salió, Rere reventó su ira como si hubiera estado esperandolo y arrugó su dibujo.

 

—...No es divertido. Quiero hacer otra cosa.

 

—Sí, ¿qué quieres hacer?

 

—Voy a jugar con el conejo.

 

Con solo mirarla en silencio, es fácil saber si estaba de buen o mal humor…

 

“¿Por qué el Duque no trataba de ver a la niña? ¿Por qué no me escucha?”


—Mamá.

 

—¿Sí?

 

—Mamá…¿Por qué me estás mirando así?

 

—Simplemente tengo curiosidad acerca de lo que está haciendo Rere. Lo que te gusta, lo que estás pensando hoy y cómo te sientes.

 

—Pero, ¿por qué “eso” no siente curiosidad por mí en absoluto?

 

—Bueno…

 

Rere frunció la boca, como si sus acciones la hubieran lastimado seriamente.

 

—Mamá, ¿amas a Rere?

 

—Por supuesto.

 

—...Entonces, supongo que “eso” me odia.

 

—...Rere…

 

—Creo que debemos trabajar en el plan para cambiar a mi papá, rápido. Odio que “ese” siga fingiendo ser mi papá.— Dicho esto, Rere sacó un papel de la bolsa que llevaba el conejo y luego anotó cosas en él.

 

[Cambiar a papá. Voy a vencerlo ahora. Lo golpearé duro, lo engañaré. ¡Convertiré a Luca en mi papá y que se case con mi mamá!]

 

Luego, agregó otra oración en el texto.

 

[Le coseré la boca a mi papá con una aguja.]

 

Mientras lo miraba, sonreí y tomé al conejo de peluche.

 

—Entonces, ¿jugamos ahora?

 

—¡Sí…! ¡Vamos a jugar!

 

Solo entonces Rere movió al conejo en sus brazos, como si hubiera recobrado la energía. Hoy la escena era sobre el conejo en una fiesta, y yo, la niñera y las sirvientas, teníamos que jugar con ella.

 

—La estrella de hoy es nuestra coneja, Fea. ¡Es fea, pero la coneja, cuyo corazón es mucho más amable que el de cualquier otra persona, está feliz de conocer al maravilloso Príncipe Luca!

 

—¿Rere es la coneja fea?

 

—¡No! Es mamá. Mamá es amable, a diferencia de mí…

 

—Rere también es amable…

 

—¿En verdad?— Rere, que estaba moviendo al conejo de peluche, no pudo ocultar su sorpresa.

 

—Digo que Rere es más simpática que cualquier niña. Mamá lo sabe con seguridad.

 

—...Mamá es la única que me dijo tal cosa. “Eso” y todas las nuevas mamás decían que yo era mala…— murmuró en voz Rere, y miró hacia el suelo.

 

Nadie había confrontado antes los verdaderos sentimientos de Rere y entendido el por qué se comportaba de esa manera.

 

—Nuestra Rere no es mala. No saben cuán profundo es tu corazón.

 

—¡Sí! Rere es agradable.— Dijo Rere, quien sonreía de forma tan brillante que no se le veían los ojos, y movía alegremente al feo conejo.

 

Mientras tanto, ha pasado bastante tiempo. Aproximadamente una hora después de que el Duque se fuera, estaba tratando de pedirles a las sirvientas que prepararan un refrigerio para la niña.

 

De repente, se volvió ruidoso afuera. La puerta, que había estado cerrada, se abrió.

 

—Rere.— Se escuchó entonces la voz del Duque. Mientras que Rere, quien estaba de espaldas a la puerta, gritaba sin mirar a sus espaldas como si estuviera en verdad molesta.

 

—¡Dije que no quería conocer a nadie!

 

Sin embargo, no fue la voz del Duque la que se escuchó después. En su lugar, llegaron voces de chicas jóvenes.

 

—Hola, princesa Rebecca Petri. Soy Lily, la princesa del Ducado Cuffs.

 

—...¿Qué?

 

Solo entonces, Rere se dio la vuelta. Dos niñas entraron por la puerta. Ambas, con hermosos vestidos, se inclinaron y saludaron a Rere cortésmente.

 

—Encantada de conocerle. Soy Jayna Nedira, quien fue invitada a una gloriosa hora del té con las dos princesas. Soy la segunda hija del Conde Nedira. Por favor, siéntase libre de llamarme Jay.

 

Rere, que había estado sentada desde hace un rato, se levantó de rápido de su asiento. Todos los que estábamos en la sala nos sorprendimos por la repentina situación.

 

El Duque, que había hecho todo esto, estiró los hombros con confianza y le dio a Rere un sermón que no sonó como un sermón en absoluto.

 

—Estuve pensando en lo que necesitas, y lo descubrí. Una amiga que haga todo contigo. Una que pasará tiempo contigo, con la mente abierta. Eso es lo que necesitas, ¿verdad?

 


Rere apretó el puño mientras miraba a las personas que la saludaban. ¿Cómo podría elegir el método equivocado entre todas las soluciones posibles? Pero como si hubiera hecho la elección correcta, el Duque sonrió y se acercó a la puerta abierta.

 

—Entonces, disfruta de una agradable hora del té. Papá hizo un gran esfuerzo para invitar a estas señoritas de buenos hogares, por lo que deben ser inteligentes.

 

—...

 

—A la hora de la cena, asegúrate de decirle a papá de lo que estuvieron hablando hoy.

 

—...Hasta luego, Duque. — Como si tratara de proyectar lo que pensaba al respecto, Rere apretó los dientes y lo miró. El Duque, que estaba a punto de irse, se estremeció ante la palabra “Duque”.

 

—Rere, ¿Cómo acabas de…?

 

—Lo veré más tarde, Duque.

 

—De papá a…¿Cómo puedes llamarme Duque…?

 

—¿Lo dije mal?

 

—Pero…

 

El Duque, que estaba tratando de decir algo más, asintió con un profundo suspiro cuando los ojos de todos en la habitación se volvieron hacia él.

 

—Bien, Hasta luego, Rere.

 

—Sí, por favor, salga, Duque.

 

Él pensó que había tomado la decisión correcta, pero se veía horrible, como si no pudiera entender por qué Rere se comportaba así. Eso me hizo sentir sofocada. Mi interior estaba pesado, como si hubiera comido una batata por la noche.

 

El Duque reaccionó como si nunca antes lo hubieran rociado de forma directa, y miró a Rere con una expresión herida. Diría que estaba decidido, si yo hablara políticamente correcto, pero obstinado, si estuviera hablando sin rodeos.

 

Ni siquiera sabes cuánto podrías averiguar sobre la niña si te hubieras quedado con ella durante 10 minutos.


¿No me digas que esto es lo que quisiste decir cuando dijiste que habías entendido aquella noche? Si ese era el caso, entonces eres el idiota más grande de este mundo.

 

Mientras tanto, las dos niñas, que aún no habían entrado en la habitación, estaban ocupadas de pie, mirando alrededor. Rere miró a la niñera como si pensara que no podía evitarlo.

 

Él dijo que se iba a ir, pero seguía de pie junto a la puerta, como un hombre apegado. El Duque, que estaba de pie, desaliñado, fue empujado por la niñera y desapareció tras la puerta.

 

Solo entonces entraron las dos niñas que terminaron sus saludos.

 

—Supongo que esta es la habitación de la princesa. ¿Es bastante…linda?— Dijo “linda”, pero su voz no transmitía lo mismo. La princesa Lily de Cuffs, que tenía el cabello rubio y ojos dorados, miró a su alrededor como si estuviera disgustada e hizo contacto visual con Rere.

 

—Se siente como si estuviera mirando la habitación de mi hermana. Es muy linda.— Jayna, que tenía el cabello azulado parecido al de Rere, se río como si estuviera sorprendida. Rere, las miró incómoda y les señaló la mesa con un ligero gesto de la barbilla.

 

—...Siéntense ahí.

 

Las dos jóvenes se subieron entonces a las sillas, mientras que Rere se unió a la mesa un paso después.

 

—Prepararé té y leche.— dijo la niñera, que estaba rígida por la repentina situación como yo, y salió primero para preparar el té. Mientras tanto, Lily, que miraba a su alrededor girando la cabeza de un lado a otro, hizo contacto visual con Rere.

 

—Permíteme saludarte de nuevo. Gracias por invitarme a su pequeña fiesta del té.

 

—Yo no te invité. Como puedes ver, el Duque te invitó.

 

El color de los rostros de las dos chicas se oscureció mientras veían a Rere trazar claramente una línea. Para ser exactos, el rostro de la princesa Lily estaba lleno de arrugas.

 

Luego, como si pensara que no debería funcionar así, la princesa Lily volvió a soltar palabras con voz lenta, pero tranquila.

 

—Ya veo. Es cierto que me invitaron de todos modos. Más que eso, aquí hay muchos conejos de peluche, princesa Rebecca.

 

—...

 

—También me gustaban mucho los muñecos cuando era más pequeña.— dijo con la risueña Lily, llena de burla.

 

—Por cierto, ¿No son los muñecos y esas cosas solo para bebés?

 

No había forma de que ella no supiera que esas palabras tenían la intención de burlarse de Rere, razón por la cual la cara de Rere se distorsionó más que antes.

 

—En realidad, nos sorprendió un poco. Había escuchado que la princesa Rebecca estaba confinada en su propia casa, pero de repente escuché que buscaba amigos. Sin mencionar que Su Gracia, el mismo Duque, los buscó personalmente.

 

Ante las palabras de Lily, Jayna que agitaba su coleta con ojos brillantes como un cachorro, respondió rápidamente.

 

—Lo sé, verdad. Es por eso que la princesa Lily y yo vinimos especialmente a este lugar.

 

—Especialmente, ¿es así?— Los ojos rojos de Rere las miraron con fiereza. En ese momento, la niñera rápidamente colocó las tazas frente a ellas y llenó el de Rere con leche blanca.

 

—¿Qué hay de las señoritas? ¿Quieren un poco de leche?

 

Entonces, Jayna negó con la cabeza y se burló.

 

—Oh, Díos mío. ¿Leche? Eso es algo que beben los niños pequeños.

 

—Así es. Quisiera un poco de té.

 

—Yo también quiero un poco de té.

 

Tanto Lily como Jayna se rieron al ver la leche. ¿Por qué ignorar así a Rere después de venir como una amiga? Casi intervine entre ellas.

 

—¿Qué?

 

Finalmente, Rere, que se estaba conteniendo, abrió la boca, pero la interrumpieron de nuevo.

 

***

 

Traducción: Pali Rojas

 

Notas de traductora:

 

Espero que hayas disfrutado la lectura. Like quien piensa que es injusto el bullying que le hacen a Rere. ¿Por qué ese Duque es tan inútil? Nos vemos en el próximo capítulo.

 

Capítulo 26

Me Convertí En La Madrastra De Una Familia Irremediablemente Oscura - Novela

03/22/2023

Yugen Mangas Logo
All rights deserved. Idealized and built by Heaning.This website was built using TailwindCSS + NextJS 13.
Contact mePrivacy policyDiscord