Capítulo 27
—Ah, la princesa puede beber leche, pero nosotras bebemos té. ¿Verdad, Lady Jayna?
—Sí. También bebo té, igual que mi hermano de un año. ¿No es la leche solo para bebés?
—Pero entiendo. Mirando esta habitación, parece que la princesa Rebecca no pudo superar ser un bebé.
Eso no era algo que pudieran decir sin malas intenciones. Las dos, que insultaron a Rere, movieron ligeramente la taza de té frente a ellas.
—El aroma del té también es bueno.
—El té del Duque Petri es excelente. Creo que este es el mejor té que he probado en mi vida.
—Está muy bien elaborado, también. Es diferente de la leche.
—¿Leche de todas las cosas? No me digas que vas a beber leche, princesa Rebecca.— Con la voz llena de burla, Lily estaba ocupada riéndose.
—Decimos esto porque estamos preocupadas por la princesa.
Al final, Rere no pudo soportarlo más y las fulminó con la mirada.
—Preocupada, mi culo. Estás ahí sentada hablando mierda de mí.
—¿Q-qué? En este momento…
—Dije que estás sentada ahí hablando mierda. Estás sentada ahí como un pedazo de mierda.
Rere, que movía la nariz, no sintió ninguna intimidación. Por el contrario, se veía relajada como si hubiera regresado a su estado original.
—Entonces, déjame preguntarte…¿Estás diciendo que aquellos que beben leche son bebés?
—¡Sí, claro!— Las dos niñas, que hacía un momento se habían olvidado de su irritación, se turnaron para responder a la pregunta de Rere.
Mientras tanto, Rere avanzaba firme. No parecía que le importaran sus palabras ni le doliera. Más bien, ella solo las miró e hizo una expresión como si fueran ridículas.
—¿Ustedes son adultas?
—Sí, si bebes té, eres un adulto.
—Entonces, bebamos té.
Sin embargo, a diferencia de lo que dijeron, las dos jóvenes no tomaron el té de inmediato. Más bien, se mantuvieron ocupadas echando a su vaso los terrones de azúcar que estaban apilados en un recipiente transparente. Siguieron removiendo y agregando más cubos al punto que era difícil que el azúcar se disolviera debido a la cantidad.
Mientras las observaba, terminé hablando.
—Oh, Díos mío, si pones tanta azúcar, es posible que no puedas saborear el té.
—...¿Estás hablando con nosotras? ¿Una sirvienta como tú?
—No, de ninguna manera. Solo estoy hablando conmigo misma. De hecho, me sorprendió un poco que señoritas como ustedes estuvieran bebiendo té. Pero agregar tanta azúcar no significa que estés bebiendo té.
—...
—Si ese es el caso, ¿qué tiene de diferente bebes agua con azúcar? Más bien, es mejor beber leche, de esa manera, crecerás más alta.
En realidad, sabía que no me correspondía interrumpir. Sin embargo, no podía soportar ver a esas niñas mirando de ese modo tonto a Rere. Al poco tiempo, Jayna me miró y me gritó en respuesta.
—¡Oye tú! ¡Quién eres!
—¿Cómo una mujer tan insignificante, cuya identidad se desconoce, se atreve a meterse en nuestra conversación?— Luego de que Jayna tomara la iniciativa, Lily fingió responder con elegancia.
—¿Qué? Ella es mi mamá.— dijo Rere con una expresión mucho más relajada que antes, mientras tomaba mi mano como si estuviera confiada. Aparentemente aturdidas por la inesperada respuesta, solo murmuraron.
—Pero…la madre de la princesa…—Los ojos de las dos jóvenes inmediatamente se volvieron hacia mí.
—Cualquiera puede ver que parece una sirvienta.
—Escuché que la Duquesa está aquí.
Rere dejó el vaso con firmeza como si estuviera disgustada con sus miradas y palabras hacia mí.
—Si digo que es mi mamá, es mi mamá. Para mí, ella es mi única mamá. Y tú, cada persona tiene su propio gusto. ¿Solo porque eres una joven dama de una familia noble pretendes actuar como un adulto? Qué incómodo.
—¿Disculpa?
—No está mal. Quieren actuar como un adulto, ¿verdad? Pero déjenme decirles, todavía son niñas.
—...
—No vinieron aquí porque querían ser mis amigas, ¿verdad? Sus padres deben de haberles ordenado que lo hicieran. Es la hija del Duque Ian Petri, así que acércate a ella, ¿Me equivoco?
—Princesa, tus palabras son demasiado…— Lily trató de negarlo, pero Rere no era una niña que se dejara intimidar por tales comentarios. Más bien, expresó su corazón como si lo hubiera estado esperando.
—Lo que están haciendo es burlarse de mí. ¡Cómo se atreven a menospreciarme cuando solo son un par de invitadas!
—¡No estamos menospreciandote!
—Si no lo están, ¿entonces qué? ¿Estás diciendo que quieren ser mis amigas usando esas bocas sucias?
—...
—Diganmelo de nuevo. ¡Qué hay con los muñecos, qué hay con la leche…!
Entonces Lily se levantó de su asiento y dijo: —¿No es esto realmente un insulto para nosotras? Como amigas, solo le dimos consejos a la princesa.
—Dar un consejo a la otra parte que no lo quiere no es un consejo, sino un insulto, ¿sabes?
—Bueno, eso es…
—¿Cómo se atreve una cosa tan insignificante como tú a menospreciarme?
—...Eso es en realidad humillante. —Como si ni siquiera pensara que había hecho algo malo, Lily, que se levantó primero, miró a Rere y rechinó los dientes.
—Humillante, ¿es así? Pensé que ustedes tenían clase, pero resulta que no tienen ninguna. ¿De qué sirve imitar a un adulto? Ni siquiera tienen la etiqueta básica. ¿Cómo se atreve algo peor que un mendigo callejero a convertirse en mi amiga?
Rere no tuvo filtro en ni una sola palabra. Era la primera vez que escuchaban algo tan duro, por lo que la Princesa Lily abrió la boca con mucha dificultad.
—Sí, es cierto, te miro hacia abajo. Honestamente, no quería venir. Hay muchos rumores que dicen que ni siquiera eres una princesa real. ¿Quién querría venir de todos modos?
—¿Qué?
—Aunque mi padre me dijo que me acercara a ti, no puedo soportarlo más porque eres patética. La princesa Astra dijo que en realidad no eras una noble, como tu madre, así que supongo que es verdad.
Cuando la palabra “Astra” apareció, una sonrisa se dibujó en el rostro de Rere.
—Ah, me preguntaba quién dijo esas cosas sobre mí. ¿Fue esa mujer? ¿Ese pedazo de mierda?
—¿”Ese pedazo de mierda” salió de la boca de una princesa? ¡Cómo puedes caer tan bajo…!
—Ustedes son las que se rebajan. Maldita sea, devorando esos rumores de forma tan precipitada.
¿Era porque ambas eran princesas? Lily estaba ocupada atacando a Rere sin pensar en las consecuencias. Jayna, quien dijo que estaba de su lado, no ayudó mucho.
—Ja…incluso si ambas venimos de una familia ducal…nuestra educación debe ser completamente diferente. ¿Cómo alguien que recibe una educación en el ducado habla solo esas humildes palabras…Este asunto, ¡Se lo diré a mi padre…!
Ante sus palabras, Rere saltó de su asiento.
—Claro, adelante. También haré lo mismo. La princesa que llegó para ser mi amiga estaba más ocupada en insultarme. Después de escuchar extraños rumores, estaba ocupada atacándome como un toro salvaje.
—¿Atacándote? ¡¿Cuándo sucedió eso…!?
—¿Todos aquí escucharon eso?
Ante las palabras de Rere, yo, la niñera, y las sirvientas que estaban en la habitación asentimos.
—¡Porque todos aquí están del lado de la princesa…! ¡E-Eso no puede ser un testimonio!
—Por supuesto que sí, eso es posible. Si tienes tanta confianza, ve y cuéntaselo a tus padres. Cada cosa que has hecho. También le diré a mi papá que las niñas que vinieron aquí me menospreciaron y se burlaron de mi nacimiento. ¡Soy yo! ¡Rebecca Petri, a mí me insultaste!
—¡Eso no…!
—Cierra la boca. ¿Sabes lo que has hecho? El Duque Petri dijo que soy su hija, y su Majestad el Emperador también reconoció que tengo la sangre del Duque, pero ustedes lo negaron.
Los rostros de las niñas se pusieron blancos.
—No sé qué tipo de antecedentes tienen para ser tan descaradas, pero consideraron que la palabra de su Majestad, el Sol del Imperio, era falsa, por lo cual lo acusaron de ser deshonesto. ¿Acaso tienen idea? ¿Son estúpidas?— La voz de Rere era fuerte y dominante.
Hija mía, lo hiciste muy bien.
Al final, las jóvenes, que habían estado absortas en sus propios pensamientos, se levantaron mientras sacudían la cabeza.
—Oh, no, eso no es…
—Entonces, ¿Quién tiene la ventaja aquí?
¿Quién era la más poderosa? Incluso si ella era de una familia ducal, el poder pesaba dependiendo de cuál era más necesario. Por fortuna, el poder del Duque Ian Petri era claramente el más fuerte.
Eso era porque el Duque de Petri hacía el trabajo sucio que el Emperador no quería hacer, pero también porque tenía una gran mina de piedra de maná. Además, no era fácil pasar por alto el hecho de que las dos damas mencionaron el “nacimiento de Rere”.
Todos se inclinaban y no podían hablar sobre ello, porque era el tema que haría que incluso el mismo Duque revelaba su agitación cada vez que se lo mencionaba.
Finalmente, Lily, que había estado peleando con Rere durante un largo tiempo, inclinó la cabeza. Tal vez pensó que necesitaba hacer algo para arreglar esto, así que abrió los labios.
—Creo que cometí un gran error.
—¿Error? No. Nunca cometiste un error. Todo lo que hiciste fue mover tu arrogante boca a la ligera.
—...
—No es tan diferente del mundo social al que tanto quieres imitar. Te gusta menospreciar a los demás y chismear sobre las debilidades de otros. Es muy parecido. Ustedes serán las estrellas de la sociedad. — Rere estaba muy ocupada riéndose de ellas.
—Así que continua. Ustedes, que serán las grandes estrellas del mundo social, deberían saberlo mejor ahora. El peso de las palabras que dijiste, para ser exactos. Pero no es divertido detenerse aquí, ¿verdad?— Rere no podía dejar de sonreír e instó a ambas.
—Por favor, continúa mirándome desde arriba. Solo así será divertido, ¿verdad? Me pregunto, cómo reaccionará mi papá cuando se entere de que ustedes se burlaron de mi nacimiento…
—...
—¿Te felicitará por ser una buena amiga? ¿O presentará una denuncia formal contra tu familia? Teniendo en cuenta la personalidad de mi padre, podría decirle a su Majestad el Emperador sobre esto.
Jayna bajó en inmediato la cabeza y dijo: —Princesa, somos…
Pero Rere no era una niña que daría un paso atrás. Más bien, había sido demasiado complaciente todo este tiempo. Como si ahora ya no pudiera tolerar nada, Rere miró a las dos niñas mientras resoplaba.
—¿Sabes qué? Deberías haber escuchado el rumor de forma correcta. ¿No investigaste nada sobre mí?
***
Traducción: Pali Rojas.
Notas de traductora:
¡Hola! Lamento la demora :( Espero que hayan disfrutado de la lectura hasta aquí. Nos vemos en el siguiente capítulo.
Pd: Like si alguien quiere zamarrear a esas pobres niñas. La culpa ha de tenerla los adultos a su alrededor que son tan imprudentes de educarlas así. Si hubiera estado el Duque, no la contaban.