Capítulo 29

 

A la larga, terminé regresando a la habitación de la niña después de deambular hasta el punto de que me dolieran las piernas. Era la décima vez que volvía, a pesar de que tanto la niñera como las sirvientes me dijeron que Rere no había regresado.

 

Se debía a que aún mantenía la pequeña expectativa de que la niña pudiera regresar a este lugar a pesar de que sabía que no habría nadie. El Duque, que corrió conmigo, había desaparecido en alguna parte antes de que me diera cuenta.

 

Pensé que quizás había ido a la habitación de Astra, pero no estaba segura.

 

No importa. Ni siquiera tengo curiosidad sobre ello. Lo más importante para mí era Rere.

 

Pero el ambiente en la habitación era extraño. Afuera, las sirvientas buscaban desesperadas a Rere, pero la niñera y dos sirvientas que siempre se habían quedado cerca de ella, estaban dentro de la habitación.

 

Si bien habían dicho que Rere no estaba allí, sus rostros estaban extrañamente tranquilos.

 

— ¿Rere está aquí?

 

—No. Mi Señor vino a revisar y se fue.

 

—Ah…

 

—También la estábamos buscando porque nos preocupaba dónde podría ir…

 

—Solo estoy preocupada. Si se agita demasiado, podría volver a colapsar. — La niñera parecía preocupada, pero sus ojos estaban dirigidos a un montón de conejos de peluche.

 

Solo entonces, supe dónde estaba Rere.

 

“¿Así que dijiste que Rere no vino a la habitación para guardar el secreto del Duque?”

 

Me acerqué a la niña lentamente, y me senté a su lado.

 

—Oye, conejo, ¿Sabes dónde está nuestra encantadora Rere?

 

—...

 

—Su mamá está muy preocupada por ella…

 

Era que pregunta que pareció ser convincente. Poco tiempo después, pude sentir un pequeño movimiento en la pila conejos de peluche. No solo eso, la voz de la niña, que había estado en silencio, se filtró de forma paulatina.

 

—El conejo dice que no tienes que preocuparte por Rere.

 

Y allí estaba.

 

Con un profundo suspiro de alivio, me senté más cerca de los conejos.

 

—¿En serio? Eso es un alivio. Oye, conejo, ¿puedes decirle? Que su mamá…no quiere que Rere salga lastimada.

 

Mis palabras fueron seguidas por la voz acuosa de Rere.

 

—Hubiera sido bueno si…si papá dijera lo mismo…

 

—...Rere.

 

—No te preocupes. Como siempre, estaré mejor mañana. Me quedaré aquí por hoy.

 

Después de escucharla, me apoyé en los muñecos. Y me quedé durante un largo rato…un muy largo rato.

 

Pasé un momento en silencio hasta que pasó bastante tiempo. Quizás porque Rere estaba muy angustiada, lloró sola, dentro, sin ningún sonido.

 

Si hubiera seguido mi corazón, hubiera entrado a la pila y la hubiera abrazado, pero esperé un largo rato sin decir nada porque sabía que eso no era lo que la niña quería.

 

Mientras tanto, el sol se fue ocultando, y me levanté de mi asiento.

 

—Rere, si mamá se queda aquí, tu papá sabrá dónde estás, así que tu mamá volverá primero a su habitación, ¿de acuerdo?

 

—...Bueno.

 

No quería irme. Quería quedarme aquí y esperar hasta que Rere hablara. Pero tuve que regresar porque no sabía cuándo el Duque intentaría algo escandaloso otra vez.

 

—...No te preocupes. Rere está…bien.

 

—Volveré en la mañana.

 

—...Sí.

 

Después de escuchar la pequeña voz de la niña, me dirigí a mí habitación.

 

¿Cuántas veces había sido lastimada?

 

No podía olvidar la imagen de Rere contándole sus sentimientos al Duque.

 

—...¿Qué debo hacer?

 

Es probable que la relación entre los dos se rompa incluso antes de que la niña pueda recuperarse de su enfermedad.

 

¿Qué tengo que hacer? ¿Qué puedo hacer para que recuperen su relación…?

 

Solo pude suspirar ante esos pensamientos.

 

Tal vez su relación se volvió así porque yo era diferente…¿Es porque amaba a la niña y ella me quería? ¿Todo era mi culpa?

 

Pero era aún más extraño. El Duque de la novela no le hizo estas cosas a Rere. Era bastante apasionado y hacía todo lo que la niña quisiera. Era seguro que el Duque de esa época no causó ninguna herida a la niña.

 

“Después de que todo eso pase, el Duque seguramente cambiará, ¿verdad?”

 

¿Y el próximo incidente será donde la tercera madre de Rebecca quede lisiada en un accidente?

 

Mirando la línea de tiempo, probablemente sea correcto. Por eso, Rere recibió una gran herida que causó que el Duque se volviera más devoto a la niña. 

 

Estoy segura de que esa era la línea de la historia correcta.

 

Sin embargo, a pesar de mi conclusión, de algún modo, tuve una sensación de ansiedad desconocida.

 

—Ay…

 

En ese momento, alguien tiró de mi mano con fuerza cuando entré en la habitación.

 

—Ven aquí.

 

—¡Qué estás haciendo!

 

Era el Duque, quien me arrastró con una mirada enfadada.

 

—¡Suéltame!— Hice un gran alboroto, pero me arrastró a su habitación sin pestañear.

 

Incluso cuando mis brazos estaban enrojecidos, solo me dejó ir cuando ambos entramos en la habitación.

 

—¿Estás loco? ¿Me estás tratando así solo porque vine aquí por dinero?— le grité al Duque con una ira incontrolable.

 

—Todo es tu culpa. ¡Rere solía escucharme hasta que llegaste!

 

—¿Qué?

 

—¡Ella no era una niña que pudiera decir esas terribles palabras hasta que llegaste aquï!

 

—¿Por qué estás tan molesto? ¿Me estás culpando por tu error?

 

Sin embargo, no dio ninguna respuesta cuando le señalaron su culpa. Solo golpeó la mesa con la mano, enfadado.

 

Era el mayor perdedor entre todos los perdedores. Si tan solo este mundo no tuviera la distinción de rasgos sociales, lo maldeciría tanto como pudiera. Pero contuve mi ira, porque todavía valoraba mi vida.

 

—¡Cierra la boca!

 

Fue muy frustrante porque sentí que estaba hablando con una pared. Este tipo no me escucha por mucho que le grite.

 

Al menos, decidí esperar a que terminara de decir lo que quería. Así que lo observé en silencio mientras aliviaba mi ira tanto como podía.

 

—Tú, ¿odias tanto que esté al lado de la niña?

 

—Así es.

 

—...La razón por la cual la niña te dio la espalda es por tu propia culpa, pero estás ocupado echando la culpa a los demás.

 

Me llené de frustración cuando vi su escritorio desorganizado. Cuando lo miré de reojo, pude ver su rostro sonrojado. 

 

Entonces, ¿este perdedor también era alcohólico?

 

No fue diferente de la última vez. Volvió a beber y descargó su ira contra mi. Cuando ví la botella grande de licor, me entraron ganas de tirársela. Podría haber usado ese tiempo para visitar a la niña en su lugar.

 

Si tan solo mirara el cofre del tesoro de ella, si tan solo la escuchara, esto no habría sucedido. Dentro había flores marchitas, comida en mal estado y cartas escritas a mano. Ni siquiera sabía que todo eso estaba dirigido a él, y todo lo que hizo fue armar un escándalo.

 

—No es mi culpa, ¡Es tuya!

 

—...Ja.

 

—No debía dejarte entrar.

 

—Estás diciendo eso de nuevo.

 

—Sí, me arrepiento una y otra vez. Si pudiera hacer retroceder el tiempo, no te habría elegido.

 

—Entonces, ¿qué quieres que haga?

 

—Por favor, vete ahora. Si te vas, todo volverá a la normalidad. Por favor, hazme el favor. Haré cualquier cosa por ti. Así que por favor, vete. Por nuestro bien.

 

Me quedé estupefacta y sin palabras durante un largo rato.

 

—¿Es en serio? ¿Es eso lo que quieres?

 

—Sí. Rere es lo más precioso de mi vida. Ahora, esa niña ni siquiera me quiere ver. Porque estás aquí. Así que por favor, vete. Entonces, podremos volver a ser lo que solíamos ser.

 

Preferiría que estuviera enojado. Que hubiera hecho una escena, como un lunático, tirándome dinero a la cara y diciéndome que me vaya de inmediato. Si lo hubiera hecho, me podría haber gritado y rebelado contra él, pero el Duque actual parecía vulnerable.

 

Como si realmente tuviera miedo de perder a la niña. Sus ojos y comportamiento parecían transmitir que yo era una extraña que quedó en medio de su relación.

 

—¿Quieres que me vaya?

 

—Así es.

 

—¿Dijiste que harías cualquier cosa si me voy?

 

—Sí.

 

Entonces eso es suficiente. Podría usar esta oportunidad para pedirle un favor. Ya que estoy segura de que era más importante para Rere la presencia de un padre, que yo.

 

—Sí, sí. Me iré. Todo estará bien si me marcho, ¿verdad?

 

—¡¿En verdad lo harás?!

 

Al final, no pude superar la frustración y le expresé mis pensamientos más íntimos. La relación entre estos dos estaba aún más rota y retorcida debido a mi existencia.

 

“Tal vez, se supone que no debo ser parte de esto. La tercera madrastra de Rebecca en la novela es Astra, no yo.”

 

Y después de un largo momento, asentí.

 

—Sí. Me iré, así que por favor, hazme un favor.

 

—Si dices tonterías como estar con la niña, de nuevo…

 

—No te preocupes, no es es tipo de favor.

 

—¿Quieres dinero?

 

—No. No quiero nada monetario. Me iré de inmediato. Así que, ten cuidado. Por favor, deja de beber…

 

Sus ojos me miraron de forma extraña. No era la misma mirada violenta y enojada que me dirigió antes. Era una que nunca había visto antes. Triste, y de alguna manera, desgarradora. Sin embargo, a pesar de todo eso, no había ni un poco de lástima en sus ojos.

 

—¿Qué demonios estás tratando de decir?

 

—Lo que te pido es que te quedes con Rere, solo una vez. Lo que hace la niña, y lo quiere hacer, por favor, pregúntale solo una vez. Eso es suficiente. Si me lo prometes, me iré.

 

—...

 

—Es culpa de los adultos que la niña coloque cada vez más espinas a su alrededor. Se convirtió en la Rere actual porque desarrolló una defensa para no mostrar su lado más vulnerable.

 

No hubo respuesta. Lo dije y lo repetí innumerables veces.

 

Por favor, préstale atención a la niña.

 

Pero él nunca hizo caso.

 

Incluso ahora, no pensé que me escucharía. Sin embargo, traté de persuadirlo con todo mi corazón.

 

***

 

Traducción: Pali Rojas

 

Notas de traducción:

 

Espero que hayas disfrutado la lectura hasta aquí. Tengan, les paso un pañuelo por si lo necesitan…