Capítulo 31

Me Convertí En La Madrastra De Una Familia Irremediablemente Oscura - Novela

04/14/2023

Capítulo 31

 


—M-Me asustó.

 

—Lo siento si te sorprendí. —Era un hombre que llevaba una capa con capucha similar a la mía. El hombre, que parecía un abuelo, estaba sentado a mi lado y me miraba fijamente.

 


—...¿Me conoce?

 

—No, nunca te he visto antes.

 

—¿Entonces por qué mira de esa forma?

 

—Bueno, ¿tal vez estaba asombrado?

 

—Oh…— Solo entonces miré a mi alrededor. Ahora que lo pienso, no podía ver a nadie más aquí excepto a mí misma. Debe haber sido increíble verme rezar en un lugar donde no había gente. Así que respondí bruscamente.

 

—...Sí, debe ser increíble para ti.

 

—Así es.

 

—...

 

—...— El abuelo no podía quitarme la mirada de encima. ¿Me veo realmente extraña? ¿O tal vez fue enviado por el Duque? Sin embargo, si el Duque lo hubiera enviado, no diría que no me conocía.

 

Pero él solo me observó. Su mirada era cálida y evocaba una sensación extraña, pero, por el contrario, me agobiaba.

 

Cuán agobiante era que un extraño me mirara con tanta atención. Estuve a punto de ponerme de pie para evitarlo, pero entonces me saludó.

 

—¡Ay! No me he presentado.

 

—...Está bien, bueno,

 

¿Por qué necesitamos hacer eso? Era la primera vez que nos veíamos y no sabíamos nada el uno del otro.

 

—Mi nombre es Caleb. Significa “perro”. Qué nombre tan interesante, ¿no?

 

—Hmm, sí…Soy Leona.

 

—¡Ay! ¡Tu nombre es Leona! Tienes un muy buen nombre .— Los ojos del abuelo brillaban intensamente. Esa mirada expresaba como si quisiera algo de mí.

 

¿Quién diablos era él? ¿Un estafador? ¿O uno de esos mendigos?

 

La forma en que fue tan amable conmigo era sospechoso, y aunque era un anciano, poco a poco me convencí de que era un mendigo o un tipo de estafador.

 

Me incliné y saqué unas monedas de oro de mi bolsillo, luego se la di. Espero que fuera un mendigo, que su mirada se detuviera en las monedas.


—Compra algo con esto. Entonces, me retiro.

 

—¿Ya te vas?

 

—¡T-Tengo algo urgente que hacer!

 

—Entiendo. Lo que la señora Leona ha pedido en su oración, seguro se hará realidad. Nuestro Dios, Amadeus, seguro se lo cumplirá.

 

Afortunadamente, el anciano que recibió las monedas de oro, parecía que me dejaría ir sin problemas.

 

—Sí, igualmente…— Después de eso, de inmediato salí rápido del templo. Tengo que tener cuidado con la gente.

 

Como era de esperar, el mundo estaba lleno de ladrones. No podía creer que me habían quitado mis monedas en un instante. La creencia de Leona de que el templo no era para gente como nosotras era acertada.

 

Mis pasos se volvieron más apresurados a medida que crecía mi determinación de no regresar al templo.

 

***

 

Después de que Leona se fuera, Caleb miró las monedas de oro que ella le había dado durante un largo rato.

 

—No fue mi intención que me pagaran. —Sonrió a las monedas en su mano como si fuera divertido.

 

Caleb no estaba realmente interesado realmente en el oro a pesar de que todos podían ver lo brillante que era. En cambio, se levantó lentamente de su asiento mientras lo sostenía con fuerza.

 

—...Será pronto.

 

En ese momento, varios hombres se acercaron a él.

 

—Me siento honrado de verlo, Caleb Benedict Samuel.

 

—¿Qué hay que honrar? De todas formas, siempre he existido en este templo.

 

—El Emperador llegará pronto. Necesita ir a ese lugar, si llega tarde…

 

—Ha venido alguien más preciado.

 

—¿Disculpe?

 

—No queda mucho tiempo para prepararnos. — Caleb miró hacia la puerta, donde ella se había ido, con una tierna sonrisa durante un largo rato.

 

—¿Qué quiere decir? ¿A qué se refiere con prepararnos…?

 

—Lo descubrirás más tarde. Es la voluntad de Dios. Nos volveremos a ver. Ella es nuestra…persona más preciada.

 

Las monedas de oro en su mano perdieron lentamente su luz. Solo entonces Caleb se dio la vuelta.

 

***

 

Cuando salí, el cálido sol me golpeó con fuerza. 

 

Tal vez era porque había escuchado aquellas palabras parecidas a una bendición de parte de ese abuelo Caleb, la pesada carga en mi corazón desapareció. De algún modo, creo que Rere estará bien.

 

—Ahora, ¿nos vamos?

 

Sí. Sentía que podía ir a cualquier parte ahora, estaba llena de confianza. 

 

Después de unos días de investigación, pude saber que el centro de la ciudad no estaba lejos de aquí. Incluso, había un sistema en la ciudad que te permitía alquilar carruajes o barcos a países vecinos, por lo que no iba a ser difícil.

 

“¡Vamos!”

 

Me giré después de tomar una decisión. Sin embargo, caminé con energía sin saber que había alguien detrás de mí y casi me caigo.

 

—Lo siento, lo siento.

 

Qué estúpida.

 

Casi me caigo al moverme bruscamente sin comprobar si había alguien detrás.

 

—Lo lamento.

 

Una vez más, el hombre no respondió. No podía ver su rostro debido a mi capucha. Finalmente, miré hacia arriba y me encontré con los ojos del hombre, y por un momento, mi cuerpo se puso rígido.

 

—...¿Luca?— Era, en verdad, Luca quien bloqueaba mi camino. Al principio, no estaba segura, pero cuando me miró con ojos tristes, supe que era él.

 


—Realmente, no te entiendo.

 

Ahora estaba tan claro como el agua que él era Luca.

 

—Estoy preocupado por ti.

 

—...¿Preocupado de qué? ¿De que no deje atrás a la niña? No te preocupes, me voy ahora. Estaba a punto de partir…

 

En ese momento, Luca se inclinó y me miró a los ojos. Me miró con cariño en sus ojos dorados, que no hacían juego con su cabello negro.

 

Su mirada me inquietó.

 

¿Por qué eres tan dulce? ¿Por qué me miras así?

 

Es un pecado ser tan tierno con una cara que se parece al Duque.

 

¿Qué se supone que haga? Traté de evitarlo porque su mirada me incomodaba, pero no importa cuánto gire la cabeza, Luca continuó mirándome así durante un largo rato.

 

—¿Por qué me miras así?

 

—Al fin pude verte después de tres días, y tu rostro es el mismo desde la última vez.

 

Eso me hizo sentir muy irritada.

 

—¿De qué estás hablando? No nos hemos visto. ¡Especialmente, hace tres días! Si estás aquí por orden del Duque, será mejor que te vayas ahora antes de que te eche a patadas.

 

Aunque le dije palabras bruscas, no se movió. En cambio, solo hizo una expresión como si entendiera mi corazón.

 

—No, no nos cruzamos. Parecía que querías llorar en ese momento, y también parecías a punto de llorar hoy, pero fingiste ser fuerte.

 

Mientras decía esas cosas incomprensibles, puso su gran mano sobre mi frente. Traté de quitarla bruscamente, pero tan pronto como nuestras manos se rozaron, los sentimientos que había ocultado estallaron.

 

—¡¿Qué estás haciendo?!

 

—¿Qué estoy haciendo? Te tapo los ojos para que puedas llorar. Solo llora, nadie te verá.

 

—No seas ridículo, ¿por qué iba a llorar?

 

—Estoy preocupado por ti, lo siento. Mi corazón se siente pesado. Estoy tan enojado por lo el Duque te ha hecho. Es solo que te ves tan herida en este momento.

 

—Suéltame, ¿quién diablos te crees? ¿Por qué me estás consolando? El Duque debe tomarme como una broma…— Sacudí su mano con furia, pero era mucho más fuerte, y la voz de Luca era aún más firme que su mano.

 

—...Eres como Rere. Finges ser fuerte por fuera para no mostrar tus debilidades.

 

—¿Qué sabes sobre mí?

 

—No sé mucho, pero al menos sé que no estás bien en este momento.

 

Le sacudí la mano cuando dijo algo tan ridículo. Sin embargo, las lágrimas comenzaron a fluir de repente. Me mordí los labios y traté de contenerlas, pero seguían fluyendo. Ni siquiera comprendía el por qué lloraba frente a este hombre, ni por qué él me estaba consolando.

 

No obstante, mis lágrimas no dejaban de caer, como si esperara que alguien me preguntara si estaba bien.

 

—...¿Por qué? Estás de su lado, ¿verdad? ¿Por qué…te ordenó que me vigilaras? No, ¿por qué estás aquí?

 

—No, no sabe dónde estoy ni qué estoy haciendo.

 

—Él no lo sabe. ¿No? ¿Quién podría creerse esa mierda?

 

—Te lo dije, no te estoy mintiendo.

 

No pude responder porque me di cuenta de que todo lo que dijo Luca hasta ahora, era cierto. 

 

—Así que no te preocupes, no reportaré tu paradero o tus actividades.

 

Quizás sus palabras me consolaron. 

 

Ni Leona ni yo nos habíamos abierto jamás a nadie. Mi corazón helado comenzó a derretirse con un consuelo nunca antes había recibido.

 

Por otro lado, también estaba nerviosa. ¿Y si ese tipo me encuentra? Fue terrible pensar en ello, pero irónicamente, no podía dejar este lugar. Era tan difícil, como si hubiera dejado parte de mi infancia en la mansión del Duque. Sentí que me había abandonado a mi misma allí.

 

Había coincidido con mi infancia. Tal vez por eso estaba tan preocupada por Rere. La ridícula oración a Dios que había hecho había sido para consolarme a mí misma. No, eso era cierto. Cuando dije que no quería lastimar a Rere, era mi método para fortalecerme.

 

Al final, me calmé después de derramar las ridículas lágrimas. Mi emoción desbordada parecía haber sido barrida junto con las lágrimas, y de un momento a otro, mi corazón había quedado tranquilo. 

 

Solo entonces Luca supo que estaba bien, así que bajó la mano. Después de un largo rato, lo miré.

 

—¿Qué demonios eres?

 

—Bueno, no estoy seguro, pero creo que es la misma pregunta que la otra vez.

 

Sonriendo, se inclinó y me miró a los ojos.

 

—Ya no estás llorando.

 


***

 

Traducción: Pali Rojas

 

Notas de traductora:

 

¡Hola! ¡Gracias por leer hasta aquí! ¿Quieren un pañuelo? Me gustó el Luca de este capítulo, pero quedé más enamorada de nuestra protagonista. ¿Podemos hablar de cómo ellas y Rere comparten heridas de la infancia tan similares? ¿No? Si alguien es más experta en el tema, me encantaría que comente, lo encuentro muy interesante.


¡Nos vemos en el siguiente capítulo! No olviden unirse a nuestro canal en discord.

Capítulo 31

Me Convertí En La Madrastra De Una Familia Irremediablemente Oscura - Novela

04/14/2023

Yugen Mangas Logo
All rights deserved. Idealized and built by Heaning.This website was built using TailwindCSS + NextJS 13.
Contact mePrivacy policyDiscord