Capítulo 35

Me Convertí En La Madrastra De Una Familia Irremediablemente Oscura - Novela

05/05/2023

Capítulo 35

 

Me dolían las caderas y tenía calambres en las piernas por estar sentada en el piso durante mucho tiempo con la misma postura. Aún así, no lo odié. Pasé un largo rato apoyada en los conejos a medida que pasaban las horas. 

 

Antes de darme cuenta, la noche cayó sobre nosotros.  Sin embargo, no iba a tener miedo ni dar marcha atrás, porque Rere está justo a mi lado.

 

—Oh, me siento taan bien. —Dije después de un largo silencio.

 

—No me siento bien.

 

—...Rere. Tenía muchas ganas de escuchar tu voz gruñona.

 

—...No quiero escuchar a mamá-no, la voz de la tía.

 

—Sí, lo sé…pero Rere, ¿sabes lo que he estado haciendo estos días?

 


—...

 

—Dormí y comí todo lo que quise, me divertí así, mientras Rere estaba pasando por un momento tan difícil. Yo fui tan mala divirtiéndome sola.

 

—...

 

—Pero mi corazón estaba inquieto. Me sentía tan mal, y extrañaba tanto a mi Rere. Creí que había sido castigada. Rere ocupaba un espacio cada vez más grande en mis pensamientos.

 

Entonces, continué hablando sobre mi viaje.

 

—Y luego fui al templo a rezar por la felicidad de Rere, ¿pero sabes qué? Allí conocí a un abuelo extraño.

 

—...

 

—Por alguna razón, no dejaba de mirarme.

 

—¿Sabes lo sorprendida que estaba? Fue tan ridículo, aunque fui allí a orar por la felicidad y la salud de Rere.

 

—...No estoy feliz. No estoy feliz de que mamá se haya ido.

 

—Lo lamento…

 

—¿Entonces qué pasó? ¿Quién era esa persona?

 

—De repente me dijo que su nombre significaba ‘perro’ y se rió solo, por eso corrí de regreso.

 

—Estúpida. Gracias a dios no pasó nada. ¡Es porque tienes una cara de aspecto inocente! — Ante sus palabras, un conejo cayó hacia adelante, y salió una pequeña cabeza.

 

—¡Estúpida!

 

—¡Ay! Es Rere.

 

—...Tch, mira tu cara.

 

Tal vez, debido a que estuvo enterrada entre los muñecos durante mucho tiempo, en su frente había sudor acumulado. Solo han pasado cuatro días, pero sus mejillas se habían vuelto huecas.

 

—...Debido a cierta persona estúpida, pensé que me habían abandonado de nuevo.— Las lágrimas empezaron a correr por su rostro como lluvia. De inmediato, me levanté y saqué a Rere de entre los peluches.

 

—Mi Rere está perdiendo mucho peso, mira lo ligera que estás.

 

—¿De quién crees que es la culpa? ¿No es por ti? ¡Estúpida!

 

—Sí, es por mi culpa. Preferiría que me odiaras, y luego comieras bien y vivieras bien…¿Por qué lloras tanto?

 

—¿Llorar? ¡Cómo si lo hiciera por tí! ¿Crees que estoy loca? No estoy llorando en absoluto.

 

—¿Aún así, tus ojos están hinchados?

 

—... — Ante mis palabras, Rere golpeó su cabeza contra mi hombro.

 

—Tenía miedo de que mamá… me abandonara y se fuera para siempre. Pensé que mamá se había ido…pensé que mamá nunca regresaría…

 

—Lo siento tanto…

 

—Papá dijo…dijo que iba a buscar a mamá…Dijo que lo sentía, que no sabía lo que era bueno para mí porque era su primera vez…y dijo que te traería de vuelta sin importar nada…Eso es por lo cual esperé.

 

—...Rere.

 

¿Qué le había hecho a esta niña? Hice lo que no debí hacer, algo imperdonable.

 

—Pero…me seguía enfermando, pensando en que mi mamá no regresaría. Tenía fiebre y seguía teniendo pesadillas donde mamá se alejaba, y se iba lejos, tan lejos, sin importar cuánto la llamase.

 

—Nunca…nunca me iré ahora.


—No te creo.

 

—Entonces, estaré al lado de Rere hasta que me crea.

 

Sin embargo, a pesar de mis esfuerzos, Rere solo me miró en silencio. Le sonreí de forme brillante en respuesta.

 

—No tienes que llamarme mamá.

 

—En primer lugar, no iba a hacerlo.

 

—Está bien, de ahora en adelante seré tu conejo.

 

—Estúpido. Mamá es una idiota.

 


—¿Me llamaste mamá hace un momento?

 

—¡No, tú estás equivocada! ¡No lo dije! —Me pellizcó las mejillas con una cara de mal humor.

 

—Te fuiste sin razón alguna, ¡y mira! ¡Tus mejillas se están volviendo más delgadas! No puedes ser tan fea.

 

—De ahora en adelante, comamos mucha comida deliciosa, ¿de acuerdo?

 

—...Si, haz lo que quieras.— Una pequeña sonrisa se dibujó en su rostro, y giró la cabeza fingiendo estar molesta..

 

Y así fue que nos volvimos a encontrar. 

 

Dejé a la niña en la cama y le di unas palmaditas en el hombro, y más tarde esa noche, el Duque vino a visitarnos. Abrí los ojos al sonido repentino de la puerta abriéndose, e hice contacto visual con él.

 

—...¿Ella está durmiendo?

 

—Bueno…

 

—...Creo que he sido demasiado indiferente todo este tiempo.

 

—Sí, así que por favor, tratala bien de ahora en adelante.

 

—... — Ante mis palabras, se sentó en la silla junto a la cama y sonrió.

 

—Entiendo, lo tendré en mente.

 

—...Rere ha sido herida, mucho.

 

—...Ahora siento que he recuperado la cordura. No creo que fuera yo mismo en aquel entonces. Era como si hubiera estado controlado por magia.

 

—¿Es así?

 

—...Sí. Y no te preocupes por tu posición, me encargaré de eso en unos días. — Su mano acarició el cabello de Rere de forma suave.

 

—Hace tiempo que no dormía así de bien.

 

—Expresate.

 

—¿Cómo?

 

—Hablale como lo haces ahora. Exprésate cuando ella esté despierta, para que pueda ver esos ojos amorosos.

 

—...Debería hacerlo. Lo haré, por Rere…y por ti también.

 

—No. No por mí, me rehúso a eso. — Era obvio que seguiría molestándome, así que negué con la cabeza con firmeza.

 

—...Está bien, lo entiendo.

 

—Entonces, deberías irte. Dormiré con la niña.

 

—Debes de estar cansada.

 

—Aún así, me gustaría dormir aquí con Rere.

 

—...Prepararé tu habitación pronto.

 

¿Te deshiciste de mi habitación mientras yo no estaba aquí? Estuve a punto de mirarlo con consternación, pero el Duque se levantó.

 


—Buenas noches.

 

Después de eso, salió de la habitación, y me volví a dormir con Rere.

 

 

***


Rere, que había estado enferma durante un tiempo incluso después de mi regreso, se recuperó en diez días. Se obsesionó conmigo más que antes, por si me fuera a marchar de nuevo.

 

Me pidió que la acompañara no solo cuando duerme, sino también cuando iba al baño. Gracias a eso, me quedé con ella durante díez días seguidos, y al final, mi cuerpo quedó exhausto.

 

Tenía miedo de que Rere volviera a tener fiebre o se lastimara, así que me enfoqué en dar todo de mí y cuidarla. A ello, había que sumarle que no he descansado desde que regresé de la montaña.

 


Como resultado, mis ojos se sentían pesados a pesar de que sabía que había llegado la mañana. En ese momento, apenas podía abrir los ojos por el crujido y la sensación de que algo se movía en la espaciosa cama. 

 

Pensé que la cálida luz del era la que tocaba mi mejilla con ternura…pero era una mano pequeña que estaba frotando mi cara.

 

—Mmm…

 

—¡Despierta! —Rere me miró mientras sostenía su barbilla, sonrió de forma tan brillante que sus ojos apenas se podían ver.

 

—¿Dormiste bien? — La abracé fuerte, haciéndola rodar de su lugar.


—¡Oye! ¿Q- Qué estás haciendo?

 

—Tan suave.

 

—¿Sabes que esto es lo que más me gusta?

 

Mientras hablaba, Rere estaba ocupada frotando sus mejillas contra las mías. Ha pasado mucho tiempo desde que tuve una mejilla regordeta.

 

—Estoy feliz.

 

—¡Tch! No estoy feliz. ¿Por qué tus mejillas están tan ásperas y duras? Si te fuiste así, al menos deberías haber comido bien. Estoy tan enojada.

 

—¿Estás molesta?

 

—Oh, no. Sólo quédate ahí.

 

La niña estaba tan enfadada que saltó de la cama, y se puso crema en la mano. Luego comenzó a aplicarmela en la cara.

 

—De todos modos, ¡¿Mira lo que pasa cuando no estoy cerca?! Es problemático y molesto. ¡Ay! Cuando digo que eres molesta, no significa que debas irte. Me gusta que me molesten. Así que no me malinterpretes y escúchame con atención.

 

Al contrario de lo que ella decía, sus acciones fueron muy dulces. Después de aplicarme la crema durante un largo rato, me mostró el espejo en la mesa al lado de la cama. 

 

—Mira, tu cara se ve más suave después de aplicar un poco de crema.

 

Me eché a reír en ese momento. Mi cara estaba untada con una crema blanca como si me hubiera puesto el protector solar equivocado. Quité ligeramente un poco de mi cara y se lo unté en el rostro a Rere.

 

—¿La cara de Rere también está áspera?

 

—¡No! ¡Es porque no he estado comiendo bien! ¡Mi niñera y las criadas me molestaron todo el día! Todos son iguales. Deberías preocuparte por ti…¿Por qué me molestan todo el tiempo? De todos modos, lo aplicaré de nuevo.

 

Las lindas manitas se movían sobre mi cara otra vez. También unté un poco de crema en la cara de Rere.

 

En ese momento, tal vez al escucharnos, la niñera abrió la puerta y entró. Rápidamente puso la bandeja de plata sobre la mesa tan pronto como nos vio.

 

—¡Está levantada, señora! Pero su cara…— La niñera sonrió, perpleja, y nos tendió una toalla caliente y un espejo. Cuánto más frotaba Rere mi rostro, más espectacular se volvía mi rostro. Mi cara estaba tan blanca que se parecía a Slenderman.

 

—¡Qué bonita!

 

—¡Esto no funcionará! ¡Ambas necesitan lavarse de inmediato!— La niñera trató de contener la risa, y finalmente nos obligó a entrar al baño. Sin querer, tuvimos que bañarnos temprano en la mañana.

 

Para no repetir el incidente, la niñera me dio una cantidad adecuada de crema y se la aplicó a Rere. Luego, entre ambas se acercaron para secarme el cabello. Bajé ligeramente la cabeza hacia Rere.

 

—Mira, Rere. Las mejillas de mamá son tan suaves ahora, ¿no es verdad?

 

—¡Sí! ¡Ahora se pueden tocar! ¡¿Pero quién te llamó mamá?! ¡Eres un gran conejito! ¡Y tú tienes el pelo más largo que yo! Además, ¿por qué te secas el pelo sola? ¡Ven aquí, te lo secaré!

 

Rere, cuyo cabello estaba siendo secado por la niñera y las sirvientas, se me acercó y me arrastró hacia ella.

 

—¿Qué estás haciendo ahí? ¡Aquí está más caliente!

 

—No, estoy bien aquí.

 

—¡No! Gran conejito, siéntate aquí.

 

—¿Aquí?

 

Rere señaló con la mano el lugar cerca de la estufa.

 

—.¿Me siento aquí?

 

—Sí, siéntate frente a mí.

 

Entonces, me senté frente a la niña, tal y como ella quería, en el suelo.

 

—Te resfriarás si andas así.

 

***

 

Traducción: Pali Rojas

 

Notas de traducción: 

 

¡Gracias por esperar y leer! Espero que hayan disfrutado la lectura hasta aquí. Esta vez me llevó bastante porque había cosas que no estaba captando muy bien cómo traducirlas, espero que haya quedado “aceptable”. Nos vemos en el siguiente capítulo. ¡Besos!

Capítulo 35

Me Convertí En La Madrastra De Una Familia Irremediablemente Oscura - Novela

05/05/2023

Yugen Mangas Logo
All rights deserved. Idealized and built by Heaning.This website was built using TailwindCSS + NextJS 13.
Contact mePrivacy policyDiscord