Traductor: Yona
Capítulo 53
“Ah.”
Al escuchar sus palabras, una parte de mi corazón comenzó a sentirse congestionada.
—La princesa heredera... ¿Aunque sólo tiene cinco años?
—Sí.
—…¿Cuál es la prisa? No es demasiado tarde para decidir después de escuchar la opinión de Rere.
—Pero es orden de Su Majestad el Emperador.
—¿Vas a obedecer la orden del emperador aunque sea absurda?
En ese momento, sus pupilas temblaron levemente.
—¿Por qué es absurdo?
—¿No es absurdo nombrar princesa heredera a una niña de apenas cinco años?
—Eso es política…
—Política, ¿eh? Incluso si es por una razón política u otra razón, ¿alguna vez has pensado en lo que tu amada hija no quiere hacer y lo has tenido en cuenta?
Si pudiera, habría escupido toda la verdad.
“No dejes que la niña se convierta en la princesa heredera. De lo contrario, todos morirán.”
Pero si digo eso, le parecería demasiado absurdo. Es más, me vería como un loco que sigue adelante.
—Si es Luca, no creo que me vea de esa manera.
—Por eso quería discutirlo contigo.
—Creo que lo he dejado claro.
—Bueno, en cualquier caso…
—Parece que no puedo decir que no de ninguna manera.
Ante mis palabras, sus ojos comenzaron a mirarme fijamente.
—¿Qué diablos quieres? ¿Vas a permitir que una niña de cinco años se convierta en princesa heredera sólo porque el Emperador así lo desea?
—Hay otra razón. Quizás no lo sepas porque no ha pasado mucho tiempo desde que volviste a ser noble, pero nos conviene recibir un puesto tan alto e importante. Porque es nuestro mayor honor llegar a la cima.
—Honor…
—¡Convertirte en princesa heredera y, más tarde, en emperatriz, significa que te has convertido en la mejor mujer del imperio!
Mi sesión de baño de antes es mucho más placentera que escuchar el sermón de esta cucaracha.
—No seas ridículo.
—¿Qué? ¿Quién está siendo ridículo?
—Oh, lo siento. Me enojé y tuve un desliz. Pero tú, ¿no amas a Rere?
—Por supuesto. La amo más que a nadie.
—Dado que ese es el caso, ¿qué te hace tan difícil hacer juicios objetivos?
Sus ojos temblaron violentamente como sorprendido por cada palabra que dije. Aunque eso no me impidió hablar.
—¿Alguna vez le has preguntado a Rere si quiere ser Emperatriz?
—Los niños de esa edad siempre cambian lo que desean.
No se sabía si era terco o simplemente estúpido.
Quizás simplemente era un insensible.
Pero una cosa es segura: es el peor hombre que jamás haya existido.
—Sigues siendo el mismo de antes.
—¿Qué quieres decir?
—Sigues haciendo suposiciones como quieres, haciendo las cosas como quieres y, al final, te vuelves loco solo por eso… Lo mismo ha sucedido antes. ¿Ya lo has olvidado? No eres una *ameba.
Me enojé y chasqueé la lengua. Aunque pude ver que estaba visiblemente impactado por mis palabras.
—¿Qué es una ameba?
—Un ejemplo perfecto serías tú.
Un humano unicelular. El tipo de persona que más odio en el mundo.
*N/T: Una forma de describir a una persona ingenua. Alguien que no tiene capacidad cerebral para procesar cosas complejas.
—... ¿Eso es, tal vez, un cumplido?
—Si eso te pareció un cumplido, debes ser una persona muy positiva.
—…De todos modos, ahora entiendo tu punto. Le preguntaré a la niña.
—Incluso si le preguntas a Rere y ella dice que quiere ser Emperatriz, ¡todavía no estaría de acuerdo, pase lo que pase!
—¿Por qué?
—Porque la amo.
Di un paso delante de él. Nunca dejaré que la niña muera. Comprometerse con el Príncipe Heredero es lo mismo que hacerse una autopista.
—Incluso si no podemos evitarlo, intentemos tomar el camino sinuoso tanto como sea posible.
No podía dejar ir a una niña que me llamaba mamá. Incluso estaba ansiosa si no estaba cerca de ella. Así que me decidí. Haré todo lo que pueda para salvar a mi bebé.
—Es como si estuvieras diciendo que todo lo que hago no es porque amo a mi hija.
—Deja de enojarte como un niño. Al menos, cualquiera que tenga ojos puede ver que lo que hiciste no refleja amor en absoluto.
—Leona.
—Vamos. No vas a hacer esperar más a los invitados, ¿verdad?
Él, que intentó refutar mis palabras, terminó cerrando la boca con el rostro arrugado.
—Siempre me hablas de esta manera.
—Oh no, ¿te estoy poniendo de los nervios otra vez? Ahora tengo miedo de que me eches como la última vez.
Ni una sola palabra agradable salió de mi boca.
Basado en la personalidad de ese hombre, y en nuestra conversación de hoy, quedó claro que el duque intentará persuadir a la niña incluso si ella no quiere serlo.
—No debería dejar el lado de Rere de ahora en adelante.
Con esas resoluciones en mente, tomé con confianza mis pasos por el desconocido camino que me esperaba. Por supuesto, terminé tomando el camino equivocado nuevamente.
—…Es por aquí.
—…Ejem. Bueno.
¿Cuándo podré recorrer este castillo?
Inicialmente pensé que después de que una persona me mostrara el camino a un lugar específico, podría llegar a él la próxima vez, pero parece que todavía soy mala con las direcciones.
Mientras tanto, llegamos frente a una puerta con muchas decoraciones lujosas y hermosas a su alrededor. Dado que había numerosos sirvientes y caballeros alineados junto a la puerta, los vasallos debían estar adentro.
Los vasallos estaban formados por personas que podían liderar el ducado en nombre del duque en caso de que sucediera algo. Entre ellos también se encontraban parientes lejanos del duque que podrían convertirse en su sustituto si alguna vez comete un error.
Como para demostrarlo, sentí una atmósfera aguda una vez que se abrió la puerta.
—El duque Ían Petri ha entrado al salón.
Veinte personas, tanto mayores como jóvenes, se inclinaron al mismo tiempo cuando alguien anunció la llegada del Duque.
Debido a eso, mi cuerpo se puso rígido instantáneamente. Era la primera vez que me saludaba tanta gente. Entonces, el duque se acercó a mí.
—Entremos.
Mientras temblaba, tomé su mano. Sin embargo, para mí, sentí como si simplemente pusiera mi mano encima de la suya, pero el Duque naturalmente tomó mi mano con fuerza.
Con mucha dificultad logré detener el temblor, pero el gran anillo en mi mano comenzó a causarme dolor.
—Duele.
—Ah, ya veo.
No fue hasta que llegamos al asiento de honor que le susurré. Habiendo soltado mi mano, me llevó a sentarme en una silla antes de sentarse a mi lado.
—Creo que todos ustedes son conscientes de la razón por la que los he reunido hoy. A partir de hoy Leona Petri es mi esposa.
—¡Ah! Ya veo.
—Con frecuencia tiene nuevas esposas, así que me sorprende que nunca haya hecho esto antes.
—Por supuesto, ya que esto es algo que vale la pena celebrar. Después de todo, ella es la nueva duquesa. No, ¿no eres tú el primero?
Había una evidente hostilidad en sus voces. Mientras esto sucedía, el duque golpeó silenciosamente su sillón. Simplemente los dejó charlar entre ellos.
—Pero, ¿no ha pasado mucho tiempo desde que vió a los vasallos?
—Además, ¿una fiesta? La última vez que organizó una gran fiesta como ésta fue cuando la señora Lalice aún estaba viva, ¿verdad?
—Alto.
El duque, que había estado escuchando en silencio hasta ahora, los detuvo apresuradamente.
—Dejen de decir tonterías.
—Hoho. Qué absurdo.
—No estamos aquí para hablar de Lalic".
Sus ojos que recorrieron su entorno eran más agudos que nunca.
Lalice.
“Ella debe ser la madre de Rere. La primera duquesa. No, tal vez ni siquiera era conocida como duquesa.”
De lo contrario, no sería la tercera madre de Rere.
Había tres duquesas oficialmente enumeradas en el papel. Y ya sé lo que les pasó a los dos que me precedieron.
“¿Qué le pasó exactamente que murió sin ser reconocida como duquesa?”
En ese tiempo…
—Su excelencia. Ha pasado un tiempo desde que nos reunimos, por eso cometimos un desliz aquí y allá.
Era un anciano de cabello negro y ojos rojos similar al Duque quien habló.
El que estaba sentado a su lado era un hombre de rencorosos ojos rojos y cabello azul.
Al igual que el anciano, me miró con desprecio. Por eso, pude descubrir instantáneamente quiénes eran entre los vasallos.
Si el duque comete un error, esas personas serán quienes lo reemplazarán.
—Felipe.
—Sí, Su Excelencia.
—Viniste con tu hijo hoy.
—Sí. Debería llevar a mi hijo a una ocasión tan feliz, ¿verdad? La duquesa por fin dará a luz a un nuevo sucesor. Ya que Su Excelencia se ha enamorado e incluso ha llegado a organizar una gran fiesta como esta.
—Ya veo.
—Por casualidad, ¿a qué familia pertenece? La última vez escuché el rumor de que la princesa Arvida fue tomada como duquesa, pero parece que eso no es cierto.
Sus ojos me miraron fijamente. Parecía como si estuvieran tratando de inspeccionar todo sobre mí hasta las uñas.
—¿Eso es importante?
—¿Perdón?
—Estoy hablando de sus antecedentes familiares. Todas las mujeres que traje como madrastra de Rere que eran de familias respetables no eran más que basura.
—Quiere decir que la familia de esa mujer es...
Pensé que estarían decepcionados, pero de alguna manera parecían felices.
—¿No es bastante bueno para ti? Es una mujer sin una familia que la mantenga, así que te resultará fácil deshacerte de ella junto conmigo.
—Su excelencia. ¿Cómo pudo decir eso? Siempre estamos aquí para apoyarlo y dedicarnos a la gloria de esta familia…
—La familia se arruinará si sigues regañándola. Hemos terminado con nuestros saludos, así que nos iremos ahora.
No dudó ni un segundo. El duque, que fue el primero en levantarse de su asiento, volvió a acercarse a mí. Tomé su mano y me levanté rápidamente.
—Entonces todos, disfruten la fiesta.
Simplemente se fue como si no le importara lo que vayan a decir a sus espaldas.
—¿Estará bien irse así?
—Soy el duque. No será un problema.
—Bueno, no parecen pensar lo mismo.
—Todo está bien. No tienes nada de qué preocuparte.
Por alguna razón, estaba sosteniendo mi mano con más suavidad que antes.