Traductor: Yona

Capítulo 56

—Ah, supongo que así debe ser como se saludan los nobles.

Sonreí cortésmente al hombre que se acercó a nosotros con expresión de disgusto.

—Hoho. ¿Qué quiere decir con eso?

—Como ya habrá oído y visto, soy alguien de origen humilde. Pero al menos sé cómo respetar los modales básicos en mis acciones.

Ante sus palabras, puro disgusto salió de un anciano llamado Felipe.

—No estoy seguro de entender lo que la nueva duquesa estaba diciendo hace un momento.

—¿Es eso así? Incluso un niño puede entenderlo fácilmente…

Abrí mucho los ojos para exagerar mi sorpresa.

“¡Así que eres tú! ¡El bastardo que intimidó a mi hija! ¡No te dejaré libre fácilmente! ¡Te voy a hacer pedazos!”

—Le pido que me salude apropiadamente. ¿Cómo cree que considerará la gente al duque de Petri si usted, un pariente cercano del duque, habla de esta manera? Felipe.

Su rostro arrogante, así como el de los otros vasallos en el salón, se pusieron rígidos instantáneamente. Cuanto más se arrugan sus rostros, más confianza tengo.

—Hoho. Apenas tenemos oportunidad de hablar, nueva duquesa. Lo que me recuerda, princesa Rebecca. ¿No cree que necesita arreglar su forma de hablar? Parece que no sabe cómo compararse con la nueva duquesa.

—No me llames la nueva duquesa. Soy la duquesa Leona Petri. Además, diríjase a la princesa Rebecca con respeto. ¿No me diga que se niega a hacerlo sólo porque es mayor?
Y entonces, levanté a Rere y la sostuve en mis brazos.

Como era de esperar, los vasallos se dirigían hacia nosotros para entrometerse en nuestra conversación. Creo que algunos de ellos eran parientes cercanos del duque.

—Parece que no lo sabe porque acaba de convertirse en duquesa. ¿Sabe con quién está hablando?

—Lo sé, pero ¿quién eres tú para unirte a nuestra conversación?

—Soy…

—No tienes que decírmelo. Ni siquiera quiero saberlo.

Mi corazón se volvió loco. Sé que no estaba actuando como yo misma. Pero no daré marcha atrás después de todo lo que le han hecho a Rere. Porque soy fuerte.

—Qué persona tan increíble. Hoho. Lamento haber sido grosero con la duquesa.

Sólo entonces se inclinó y me saludó apropiadamente.

—Soy Felipe Raffle. El Marqués de Raffle. Lamento no saludarla correctamente. Soy el pariente más cercano del duque Ían Petri.

—Ya veo. Pero no es el "más cercano" como decía ser. La princesa Rebecca es la pariente más cercana del duque Ían Petri.

No había ninguna razón para mostrar amabilidad hacia alguien que secretamente miraba a Rere.

Dicho esto, la gente pensaría que la nueva duquesa tiene una personalidad viciosa, y para demostrarlo, Felipe y la gente detrás de él tenían una expresión desagradable en sus rostros.

En particular, había una aparente hostilidad en los ojos del hijo de Felipe. Claramente me estaba mirando con resentimiento.

—¿No está de acuerdo?— Entonces le pregunté de nuevo.

—Ja ja. Así es. Sé que la princesa Rebecca también está aquí. Creo que cometí un desliz, me disculpo por eso.

Cedió más fácilmente de lo esperado e inclinó la cabeza. No estaba segura si lo hizo porque simplemente no quería prolongar esta discusión infantil o si era porque tenía otros trucos bajo la manga.

—Eso es un alivio, tenía miedo de que tuviera una opinión diferente.

—De ninguna manera. Conozco mi lugar. ¿No es un hecho que la gente debería conocer su lugar?

Era obvio que esas palabras iban dirigidas a mí.

—Así es. Uno debería conocer su lugar. Dicho esto, espero que usted y los demás vasallos puedan vivir de acuerdo con ese principio.

—...

—Ah, bien. Creo que no hace mucho, el duque dijo claramente que la princesa Rebecca es su hija, y cualquiera que difunda mentiras sobre su nacimiento... ¿le cortarán la lengua o algo así?

Le di una palmada a Rere en la espalda mientras decía eso.

—Como madre de la princesa Rebecca, me aseguraré de que cualquiera que hable mal de mi hija nunca vuelva a ver la luz ni a usar la boca a la ligera.

—Jaja, nunca haremos algo así.— Felipe habló en nombre de todos esta vez.

—Tenga cuidado. El Duque puede considerarlo muy bien como su pariente cercano, pero yo no tengo ninguna obligación de hacerlo. Si lastima a mi Rere, no lo liberaré fácilmente. Entonces, ¿puede disculparnos? Queremos disfrutar de la fiesta.

Acabo de pasar junto a Felipe y su hijo con indiferencia. No tenía motivos para quedar bien delante de ellos.

"En primer lugar, no es que pueda llevarme bien con ellos".

Porque Felipe, que era considerado el jefe de los vasallos, ya había expresado su hostilidad hacia nosotros.

Rere, que miraba a los vasallos detrás, sonrió y giró la cabeza.

—Mamá.

—¿Sí?

—¡Parece que Felipe acaba de comer caca!

—¿En verdad?

—¡Sí!

La voz de la niña estaba más animada que nunca.

—Eso es un alivio.

—¡Mi mamá es la mejor!

—¿Crees eso?

—¡Sí!

Las manos de la niña, que siempre le temblaban cada vez que hablaba con Felipe, por fin se han calmado. Es más, los ojos de la niña incluso brillaban esta vez.

—Pero todavía no me gusta.

—¿Por qué? ¿Debería haberlo insultado más?

—¡No! ¡Iba a vengar a mi mamá!

Rere apretó su pequeño puño mientras decía eso. Al verla, froté mi mejilla contra la de ella porque era demasiado adorable.

—¡Si es así, Rere debería vengarme la próxima vez!

—¡Mmm! No tienes que decírmelo. ¡Me aseguraré de hacerlo la próxima vez!

Y entonces, una pequeña voz me hizo cosquillas en los oídos.

—Gracias de cualquier forma.

—¿Dijiste gracias?

—¡Sí!

—¿De verdad lo dices en serio?

—Uhm, entonces... ¿dónde está mi Feo...?

Rere buscó urgentemente el muñeco conejo que claramente no trajo consigo. Lo que hizo que Rere, que nunca había agradecido a nadie desde que nació, se sonrojara más que nunca.

—¡De todos modos…! ¡No dije gracias!

Rere, con las mejillas hinchadas, se retorcía en los brazos de Leona.

—¡Bájame!

—¿Mmm? ¿Pero estarás bien? Hay mucha gente mala a nuestro alrededor.

—¡Sí! ¡Porque mamá está a mi lado!

Tan pronto como se soltó de mis brazos, la niña tomó mi mano.

—¡Esta canción se toca solo para nosotros! ¡Somos los personajes principales aquí! ¡Vamos a bailar!

—Nunca antes había bailado.

—¡Está bien! ¡Yo tampoco!

Rere rebosaba confianza. Ella sonrió alegremente y giró su cuerpo como si no tuviera preocupaciones incluso en medio de las miradas penetrantes de los vasallos.

La música tranquila que llenaba la sala se convirtió en un vals que daba ganas de mover el cuerpo ligeramente.

Rere y yo nos enfrentamos y todos nos dieron espacio para bailar. Todos bailaron correctamente, pero nosotras bailábamos a nuestro propio ritmo.

Al igual que las personas que no sabían bailar, estábamos más concentradas en mirarnos mientras dábamos vueltas.

Sin embargo, no nos avergonzamos por ese hecho.

“Porque este es nuestro mundo. Nosotros somos los personajes principales aquí.”

Hemos estado dando vueltas y vueltas como si hoy fuera el día más feliz de nuestras vidas. Es más, el rostro de Rere rebosaba felicidad.

—¡Esto es genial!

En algún momento, la gente en el salón dejó de bailar. Sus ojos estaban dirigidos a nosotros.

Cualquiera podría darse cuenta de que estábamos bailando de forma rara. Incluso pude escuchar sus susurros.

¿Qué clase de baile es ese? ¿Por qué alguien bailaría con tan malos modales?

¿Pero a quién le importan los modales?
—Oye. Mamá, te estás divirtiendo, ¿no?

—Sí. Estoy muy feliz de bailar con Rere.

—¡Rere también!

Después de un tiempo, la música llegó a su fin gradualmente. Sólo porque bailamos libremente no significa que la música no terminará.

Cuando el baile llegó a su fin, todos saludaron a su pareja con una leve reverencia. Y cuando sucedió, nos quedamos allí, incómodas.

Mientras miraba a Rere con torpeza, ella rápidamente me abrazó.

—Haa. Estoy tan feliz.

—¿Incluso cuando la gente nos mira como si fuéramos extrañas?

—¿Qué tienen de importante las miradas de las personas? Mamá es una tonta. ¡Somos los personajes principales aquí!

—Así es.

—Ahora que eso está arreglado, vayamos allí y comamos un par de bocadillos. ¡Hay tanta comida deliciosa!

La manita de Rere volvió a tomar la mía.

—¿Qué tiene de especial?

—¡Un pastel de cinco niveles! ¡Escuché que el chef trabajó muy duro en ello! ¡No puedo esperar para comerlo!

Rere, que sonrió tan alegremente hasta el punto que parecía como si sus mejillas estuvieran a punto de estallar, me llevó a un lugar.

Mientras tanto, innumerables personas, cuyos nombres ni siquiera conocía, se reunieron como si intentaran vigilarnos. Aun así, ni siquiera intentaron iniciar una conversación con nosotras. La mayoría de ellos simplemente nos miraban mientras fingían hablar entre ellos.

Llegamos frente a una tarta de cinco niveles. Pero muchos niños ya habían rodeado el pastel.

En particular, había muchos pequeños jovenes y señoritas frente a él. Vinieron con sus padres, pero parecía que los niños también tenían su propio lugar de reunión y jerarquía.

Entre ellas, vi a Jayna Nedira y Lily Cuffs.

Incluso en otros partidos, esa niña ocuparía el primer lugar y lideraría al resto de los niños.

—Rere, vayamos a otro lado…

La última vez no terminó muy bien, así que no pude evitar sentirme molesta por su presencia.

Por esa razón, tomé la mano de Rere para alejarla de ellos.

—¡Los llamé a todos aquí a propósito! ¡Quiero decirles que yo también tengo mamá! “¡Ustedes no son los únicos que tienen una mamá!” ¡Voy a decir eso!