Odalisca

Capítulo 1

El hombre se sentó con las piernas cruzadas, inclinando su cuerpo hacia el respaldo del asiento. 

 

Las yemas de los dedos, envueltas por unos guantes blancos, daban pequeños toques en el reposabrazos llevando un compás ordenado. Cuando el director, quien agudamente observaba las delgadas arrugas que se formaban entre las refinadas cejas de aquel hombre, al hacer una seña al personal, el cuadro frente a él fue removido. Y sin perder el tiempo, rápidamente se colocó el siguiente cuadro en la pared. 

 

Confirmando que la mirada de ojos azules estuviera fija en la pintura, el director habló con voz tranquila. 

 

“El artista es un novato que últimamente ha sido un foco de atención, recientemente ganó un premio en la presentación de la Academia de Arte con excelentes comentarios.” 

 

Era la pieza de arte más prometedora preparada por el director. Podría decirse que las obras presentadas anteriormente solo eran simples accesorios que provocaban que la pintura ahora dispuesta en la pared destacara aún más. 

 

“Hace buen uso de la iluminación. Se destaca por su sensualidad, a diferencia de los demás artistas.” 

 

Por supuesto, iba en contra de las creencias del director tratar con el alma de un artista de esa forma. 

 

Royven, era la galería de arte más grande en Buerno, y él era el director de esa galería. Además del título de director, él, Aaron, fue dado a luz y criado bajo una familia con un profundo conocimiento en arte, conocimiento heredado de generación en generación. Era un hombre que amaba y respetaba el arte. 

 

Sin embargo, el problema era que el cliente del que se estaba ocupando en ese momento, era una figura importante y de estricto gusto. 

 

“Es un artista que comúnmente en sus obras exhibe escenarios mitológicos como el sentido de la pintura. Creo que usted ha logrado reconocer la figura en esta obra, por supuesto.” 

 

El hombre se inclinó. Unas suaves hebras de cabello platinado se dispersaron debido al movimiento. Quien observaba tranquilamente la redonda y blanca piel en la pintura, lentamente movió sus labios rojos. 

 

“¿Es ella la diosa de la Luna?” 

 

“Si, lo es. Protectora de los deseos más primitivos del ser humano dentro de una divinidad inalcanzable…“ 

 

“Qué cliché.” 

 

Sus labios pronunciaron tales palabras después de mostrarle una decena de pinturas en las que no mencionó nada. Sin embargo, solo fluyeron comentarios cínicos. 

 

Aaron, que creía que esta vez se ajustaría al gusto de aquel hombre, reprimió un suspiro y controló su expresión. Su corazón se sintió herido mientras quitaba la obra de la que más orgulloso se sentía. 

 

Su trabajo no era solo un lugar para complacer al otro. Era más bien para probar la habilidad de Aaron de evaluar piezas de arte por sí mismo. Esto se debía a que su gusto tan selectivo y único despertaba un deseo de competitividad. 

 

El extraño y buen gusto de ese hombre, El Marqués de Dietrion, que solo aspiraba a pinturas de desnudos. 

 

“Disculpe, mi señor, me temo que por el momento no podré mostrarle una pintura que sea de su agrado.” 

 

El Marqués Dietrion era un reconocido recolector entre los amantes del arte. Con regularidad adquiere piezas de arte. Además de ser un gran inversor que Aaron no podría permitirse perder, venía con la particularidad de que era un recolector que hacía énfasis en el tema de la obra. 

 

Cuando decide adquirir una obra, el Marqués no toma en cuenta si el artista que creó la obra es alguien con un futuro prometedor o alguien que acaba de ser reconocido. A él solo le importaba una sola cosa. 

 

El tema de la obra, la desnudez. 

 

Aaron les hizo señas a los trabajadores, tragándose su pesar. 

 

A pesar de no ser de su agrado el trabajo, el Marqués tiene por hábito adquirir todos los trabajos de desnudos que logra encontrar. Así que haría lo mismo con las pinturas que había visto hoy. 

 

 “¿Qué hay de esa?” 

 

El Marqués de repente señaló detrás de la espalda de Aaron con un gesto de su mandíbula mientras se disponía a levantarse del asiento donde se encontraba. 

 

Aaron se dio cuenta en ese momento que se había olvidado de presentar una pintura. Aaron, que revisó a su espalda, cerró sus labios con torpeza. 

 

“Esa pintura es…” 

 

¿Qué debería decir al respecto? Era una especie de desequilibrio. 

 

Aaron amaba el arte, pero solo si se ajustaba a cierto nivel. Y esa pieza era… 

 

“El estilo del artista es un poco brusco comparado con las obras anteriores, así que es posible que le desagrade verla.” 

 

Algunas veces las piezas de baja calidad provocaban cólera en los amantes del arte. Desde el punto de vista de Aaron, esa obra era una de esas. La adquirió gracias a un proceso de selección aleatorio de pinturas que representaran desnudez, era un trabajo significativamente inferior a las otras obras. Probablemente era un trabajo que nadie adquiriría además del Marqués de Dietrion, y aun así era embarazoso mostrarlo. 

 

Sin embargo, la actitud de Aaron parecía estimular el interés del Marqués. Quien tranquilamente observaba a Aaron. 

 

“Preséntenlo.” 

 

Les ordenó Aaron a los empleados a regañadientes. Los empleados que habían estado prestando atención en silencio, se movieron rápidamente ante la orden. 

 

La pintura colgaba en solitario sobre la pulcritud de una amplia pared, viéndose un poco lamentable, a diferencia de las otras que se habían colgado con anterioridad. 

 

No era solo por la escasa habilidad del artista. Lo vergonzoso se debía a la mujer desnuda en la pintura. 

 

La mujer se encontraba de pie verticalmente, con su espalda al descubierto. Su cabeza ligeramente arqueada, sus brazos unidos delante de ella, y las dos piernas que se encontraban firmes formaban la silueta de un tronco situado en un bosque. 

 

La incómoda y rara posición de la mujer causaba una sutil incomodidad al espectador. Su cuerpo lucía una buena figura, pero con solo eso no podría hacer de ella una buena modelo. 

 

Incluso viéndola una vez más, el resultado era el mismo. La mujer en la pintura estaba demasiado rígida e incómoda. No había belleza, o valor artístico en su cuerpo. 

Traductor: Valiz

Scan : Gremio de Hadas

 

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