Odalisca
Capítulo 14
Cuando Liv dejó la mansión, ya estaba oscuro.
El hombre de mediana edad, que inicialmente trató con Liv en el salón, se presentó como el encargado, Monte. Su trabajo no era solo el de cuidar del edificio, también gestiona todas las obras de arte del Marqués.
La mansión era una sala de exhibición privada donde se almacenaban las obras de arte que el Marqués coleccionaba. Considerando que fue descrito como ‘Una de las salas de exhibición’, parecía que había más edificios similares a aquella mansión. Monte le dijo que esa era la más grande y le hizo saber sobre la amable oferta del Marqués, que permitía que los invitados miraran a su alrededor si querían. Por supuesto, Liv se negó y expresó su intención de irse de inmediato.
De haber podido, le hubiera gustado usar el carruaje que Monte le había ofrecido. Su mente se agobió de solo pensar en caminar una gran distancia hasta su casa mientras ya se encontraba agotada gracias a la charla que había tenido con el Marqués. Sin embargo, cuando pensó en el costo de pagar solo por unos pocos minutos de comodidad, la energía que se le había estado agotando regresó a su cuerpo. Cuando llegó a casa, estaba completamente exhausta y no podía mover ni un solo dedo.
Aun así, lo que le preocupaba se había resuelto. Liv soltó un gran suspiro. Lentamente, parpadeo, recordando la conversación que había tenido con el Marqués.
***
“Usted no será capaz de pagar el precio de la pintura, de todos modos.”
No había señales de ira en su voz. Fue seco e indiferente, pero, por el contrario, a Liv le pareció una reprimenda. Ella, que había estado observando al Marqués, que ni siquiera la miraba, abrió con cuidado sus labios.
“Si me da un poco de tiempo, haré lo que pueda por reunirlo.”
“Aunque tenga tiempo, ¿Cómo va a conseguir el dinero? No creo que tanto sus circunstancias como las del artista sean las indicadas.”
Sin la necesidad de realizar una investigación, era una situación que se podía descubrir rápidamente con solo examinar su atuendo.
Liv se aferró a su falda, sintiendo una punzada en el corazón. Con sus ojos mirando hacia abajo, desanimada, vio las puntas de sus zapatos manchadas con barro y suciedad de la calle. Había sido demasiado vergonzoso pisar la alfombra de aquella oficina. Ya debió haber dejado algunas manchas de suciedad en la alfombra que antes se encontraba completamente limpia.
“Me saltare una conversación sin sentido. Quiero una pintura.”
“Por favor, no esa pintura…”
“¿Estaría bien volver a dibujar una pintura sin el rostro de la modelo?”
Liv lo miró con sorpresa. El marqués seguía leyendo el periódico en el escritorio, así que no la miro.
“¿Está... está de acuerdo con eso?”
“Si me trae otra pintura, le daré la que quiere.”
Liv, que ya había estado pensando en la forma de conseguir más tiempo y devolver el dinero, abrió sus labios sin darse cuenta.
¿Otra pintura? Podría exponer su espalda tanto como fuera necesario si tan solo recibía de regreso la pintura con su rostro expuesto para después deshacerse de ella.
“¡Se lo diré a Brad de inmediato! Será posible. Trabajaremos tan rápido como…”
“En su lugar tengo algunas condiciones.”
El Marqués continuó lentamente, cortando a Liv que había comenzado a hablar apresuradamente.
“Quiero observar el proceso de trabajo.”
“¿El proceso de trabajo…?”
“Por supuesto, estaría solo.”
Al decir proceso de trabajo, se refería al proceso de crear la pintura. Él estaba diciendo que estaría ahí mientras Brad pintaba a Liv.
“¿Está de acuerdo?”
El Marqués levantó su rostro y miró a Liv.
Si me niego, la misericordia que el Marqués había mostrado desaparecerá como si de un espejismo se tratara. Liv, que dudaba, trago saliva.
Sus términos eran de los que dejaban ver sus intenciones. Cabía la posibilidad de que la aparición de Liv durante horas, o el trabajo de Brad, que exudaba un terrible olor a pintura, no llegara a ser de su interés, incluso durante una hora. Sin embargo, Liv no podía decirle que se aburrirá, ni mucho menos le preguntará la razón de sus condiciones.
No era el momento de pedir su opinión.
Liv asintió lentamente.
“Si.”
“Yo dispondré del estudio. Comienzan la siguiente semana.”
Liv, que estaba a punto de asentir en silencio una vez más, de repente habló.
“Oh, pero también tengo que hablar con Brad.”
Era cierto que Brad rompió unilateralmente el acuerdo, pero al final, ella necesitaba de la cooperación de él para aceptar las condiciones del Marqués.
El Marqués entrecerró los ojos ante las palabras de Liv. Él, que se apoyaba ligeramente en el respaldo con la parte superior de su cuerpo erguida, puso su mano sobre el reposabrazos. Las puntas de los guantes que llevaba puesto daban pequeños toques siguiendo un compás constante.
(T/N: Erguida, derecha, recta, etc.)
Traductor: Valiz
Scan : Gremio de Hadas
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