Odalisca
Capítulo 20
Además de que le preocupaba que el Marqués pudiera intentar burlarse de ella durante el trabajo, o que pudiera chasquear su lengua ante su apariencia miserable, el Marqués observó el trabajo tranquilamente. Brad, que procuraba ser cauteloso con el Marqués incluso al momento de trazar una sola línea, gradualmente tomó el ritmo de la pintura. Una vez que empezó a trabajar, parecía ser capaz de concentrarse.
Desafortunadamente, Liv no podía hacer eso. Se debía a que sentía una mirada sobre su piel con demasiada claridad.
Podría haber sido su complejo de inferioridad. No, seguramente era eso. Sabiendo que el Marqués estaba en el estudio, pensó que podía sentir sus ojos en ella.
Lo que la hacía inquietarse aún más era que ella, sentada de espaldas al Marqués, no tenía ni idea de lo que podría estar haciendo. Hubiera sido mejor olvidarse de su existencia, pero el aroma del vino que venía sutilmente junto con el olor de la pintura le recordaba la existencia de aquel hombre.
De hecho, Liv pensó que miraría durante una hora como máximo antes de salir del estudio.
¿Una hora, eh? Ella podría haberlo elogiado por ser muy paciente, incluso si duraba solo 30 minutos. ¿Cuán aburrido debe ser ver una pintura que era solo un boceto y una modelo que solo estaba sentada sin cambiar su postura?
Sorprendentemente, sin embargo, el Marqués permaneció en el lugar durante más de una hora.
¿Pero cuánto durará esa paciencia?
Cuando Brad estaba concentrado, por lo general podía trabajar durante horas sin ser interrumpido. Una vez que Brad olvidó la existencia del Marqués y se centró en la pintura, la obra duraría más de lo esperado.
Ahora puede que se sorprenda y mire mientras bebe de su vino, pero pronto perderá el interés.
Por esa razón, estaba más concentrada que nunca y trató de satisfacer la petición de Brad. Todo mientras recordaba los pocos modelos en las pinturas que había visto. Entonces, en el momento en que finalmente se acostumbró a este espacio desconocido poco a poco,
Un fuerte ruido sonó. En aquel lugar solo se esperaba el sonido de bosquejar con un lápiz y el sonido de la respiración de alguien en el mejor de los casos, por lo que el ruido repentino se sintió especialmente fuerte y agudo.
Liv, que encogió los hombros sorprendida, miró hacia el lugar donde provenía el sonido sin haberse dado cuenta. A poca distancia de donde se sentaba el Marqués, podía ver una copa de vino rota y líquido rojo derramado por todas partes.
"¡Oh, mi! ¡Está bien, mi Señor!"
Brad tiró su lápiz hacia abajo. El trabajo que parecía que finalmente estaba tomando velocidad se detuvo rápidamente.
"Oh, se me escapó de la mano."
Dijo el Marqués en un tono poco sincero. Brad, que estaba haciendo un escándalo preguntando si estaba herido, salió corriendo del estudio, diciendo que llamaría a un sirviente.
Liv, que de repente entró en razón después de escuchar el fuerte cierre de la puerta del estudio, inmediatamente se envolvió con la manta. No tenía intención de mostrar su cuerpo a un sirviente que venía a limpiar el vino.
Liv, que envolvía todo su cuerpo en una manta, miró hacia donde estaba sentado el Marqués. El Marqués seguía sentado en el sofá. Apoyado oblicuamente hacia atrás con sus largas piernas apoyadas en un taburete, sostuvo un cigarro grueso en su mano.
Sin embargo, parecía un hombre obsesionado con la limpieza que desaprobaba el humo de cigarro.
En el momento en que abrió los ojos ante el inesperado aspecto, dijo el Marqués con voz fría.
"Disculpe."
Mientras pedía comprensión, su tono dejaba ver que era prácticamente una declaración forzada. No merecía oírle decir aquella palabra, incluso si era una palabra vacía, así que Liv apartó la mirada y respondió que estaba bien. Pronto, el fuerte olor de los cigarros comenzó a mezclarse con el aroma del vino.
Liv miró de nuevo como atraída al olor. Tal vez porque era el Marqués que parecía ponerse en pie en cualquier momento, en cualquier lugar, parecía muy relajado con solo sostener un cigarro. Cerró los ojos, aparentemente inconsciente de la mirada de Liv, y permaneció en silencio.
Esa reacción de tratarla como si no estuviera allí alentó a Liv. Liv lo observó por primera vez sin miedo ni nerviosismo. Su cabello plateado ligeramente desaliñado, su hermosa nariz y sus labios cerrados parecían esculturas bien hechas.
Mirando sus largas extremidades. El diseño de la ropa parecía común, pero cuando el Marqués la usaba, parecía el atuendo del siglo.
Los ojos de Liv se volvieron hacia sus manos, que colgaban relajadamente del reposabrazos. Llevaba guantes blancos.
¿Huh?
De repente, Liv miró al suelo, desconcertada. Se veían rastros de vino por todas partes. La cabeza de Liv se inclinó ligeramente hacia un lado.
En el momento en que la mirada desconcertada pasó por sus ojos, el Marqués, que había estado cerrando sus ojos, de repente los abrió.
Sorprendida, Liv rápidamente miró hacia otro lado. Se encogió el cuello mientras apretaba la manta sin razón, pero la puerta del estudio se abrió y Brad regresó a tiempo.
"Perdóneme, pero no hay ni un solo sirviente cerca..."
Brad se agachó, arrepentido. El Marqués, que había estado mirando fijamente a Brad con apenas emoción, se puso de pie.
"Lo llamaremos un día."
Traductor: Valiz
Scan : Gremio de Hadas
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