Odalisca

Capítulo 27

Su emoción fue solo fugaz. Lo que importaba era el precio de la medicina. Ni siquiera podía imaginar lo caro que sería el nuevo medicamento. 

 

"Pero trabajas para una familia aristocrática, así que, si lo haces bien, ¿No serás capaz de obtener la medicina usando tus conexiones?" 

 

Liv sonrió torpemente. El dueño de la farmacia pareció entender que era tímida. 

 

A menudo cambiaba de tema cuando se trataba de su trabajo, pero el dueño de una farmacia sin tacto no lo dejaba pasar. Quizás su intención era elogiar a Liv. Desafortunadamente, Liv se sentía incómoda con eso. 

 

"Liv, ¿No es en la Baronía de Vendons el lugar donde trabajas?" 

 

"Lo es." 

 

"¡Cierto! ¡Está por todas partes! He oído que el Barón Vendons es cercano al Marqués Dietrion. ¿Lo has visto? ¿Son lo suficientemente cercanos como para que el Marqués los visite a menudo?" 

 

La fiesta de cumpleaños de Millian fue hace poco, pero parecía que el rumor ya se había extendido por toda la ciudad. Pensando que la popularidad del Marqués era tan grande, Liv mostró una mirada triste. 

 

"Siempre me iba justo después de la clase. Así que no lo sé." 

 

Como si la actuación casual de Liv fuera bastante convincente, el propietario de la farmacia se lamentó sin dudar de ella. 

 

"Qué pena. Pensé que el Marqués era una especie de fantasma, pero supongo que es un ser humano vivo. ¡No te imaginas lo ruidoso que es el alboroto de los sirvientes de la Familia Vendons! Aún así, todo lo que han visto fue solo desde la distancia o la espalda del Marqués." 

 

"Ya veo. Aquí, el precio de la medicina." 

 

Liv rápidamente pagó el precio porque quería terminar con aquella conversación, pero al dueño de la farmacia no le importó y continuó hablando. 

 

"Liv, si los visitas en el momento adecuado, es posible que puedas ver al Marqués desde lejos. Trata de preguntarle a la estudiante a la que le estás enseñando." 

 

"¿Qué sentido tiene ver al Marqués?" 

 

"¡Por supuesto que para atraer a un buen hombre que trabaje para el Marqués! ¿No tendría alguien que trabaja para el Marqués un salario bastante alto? He oído que gente de alto rango como el Marqués trae docenas de asistentes, así que ¿No habrá uno bueno entre ellos?" 

 

Liv pensó que el dueño iba a dejarlo pasar por hoy. 

 

Su expresión se volvió amarga. El dueño de la farmacia le había recomendado eso a Liv desde la primera vez que lo conoció. Siempre decía que el hijo de tal familia era bueno, que un hombre con tal trabajo era estable, etc. 

 

Decía esas cosas porque sentía pena por Liv, que se ganaba la vida cuidando sola a su hermana enferma. El dueño de la farmacia parecía pensar que el matrimonio era la forma definitiva para que Liv saliera de su situación actual. 

 

No solo hablaba de ello. En realidad, había presentado a Liv a algunos hombres. Eran parejas que había elegido con toda su alma y buenas intenciones. 

 

Los resultados no siempre fueron buenos. Liv, que había aceptado el acuerdo de él un par de veces porque era difícil negarse, más tarde dibujó la línea educadamente, pero con firmeza, diciéndole que no lo hiciera más. Esta vez, sin embargo, él comenzó a expresarle sus preocupaciones con aquellas palabras. 

 

"Está bien." 

 

"Liv, no puedes cuidar de Coryda sola para siempre. ¿Sabes lo difícil que es el mundo? Deberías conocer a un buen tipo antes de que sea demasiado tarde. Incluso si ya eres mayor, tienes una cara bonita, así que, si eliges bien, habrá alguien que se enamorará de ti. Te digo esto porque pienso en ti y en Coryda como mis hijas." 

 

"No quiero. Me has dado toda la medicina, ¿Verdad? Me iré. Nos vemos la próxima vez." 

 

Liv se despidió rápidamente y salió con la medicina. La voz del dueño de la farmacia, que gritó: 

 

"¡No la derrames!", la siguió a sus espaldas. 

 

Liv tocó su palpitante cabeza y caminó rápidamente. 

 

Ella, que estaba pensando en irse directamente a casa, miró el estrecho y sucio callejón y cambió de dirección impulsivamente. Sabía que tenía que llevar la medicina a Coryda rápidamente, pero no podría soportarlo si no se detenía en algún lugar y quitaba la pesada piedra de su mente. 

 

 

El lugar donde terminó después de vagar sin rumbo era la capilla que visitaba a menudo. 

 

Liv mostro una mirada abatida ante el hecho de que aquí es donde sus pies la habían llevado. Sin embargo, no tenía otro lugar al que ir. 

 

Sintiéndose de alguna manera agotada, bajó los hombros y balanceó sus brazos mientras caminaba hacia la capilla. Alguien en el patio delantero de la capilla parecía haberla saludado, pero estaba exhausta y no podía permitirse el lujo de saludar. 

 

Liv, que se sentó en la esquina de la capilla, ni siquiera vio quién se encontraba dentro, y mucho menos la estatua frente a esa persona. Solo se sentó y puso la bolsa de medicinas en su regazo, mirándola. 

 

Medicina. 

Traductor: Valiz

Scan : Gremio de Hadas

 

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