Odalisca

Capítulo 38

Liv quedó fascinada y casi rentaba la habitación, a pesar de que ya había sido alquilada un par de veces. Cuando lo pensó después, llegó a la conclusión de que probablemente estaba tan cansada que ya no quería pensar más en eso. 

 

Resultó que la persona que le enseñó la habitación era un impostor. Mientras que el verdadero propietario se había encontrado fuera por un tiempo durante un largo viaje, intentó alquilar la habitación fingiendo que la propiedad era suya. 

 

Fue Brad quien detuvo el contrato fraudulento. Él no intervino porque fuera una persona que profesara justicia. Fue porque también casi había sido víctima de una estafa. 

 

En ese momento, se encontraba buscando un estudio, y dijo que casi perdía mucho dinero por ese impostor. Justo antes de que Liv estuviera a punto de firmar el contrato, Brad apareció en la oficina y comenzó a despotricar sobre la estafa. Gracias a él, Liv no firmó el contrato. 

 

Hacía mucho tiempo que se conocían. Cuando le pidió que se reunieran, Brad no reclamó un precio por su ayuda y solo declaró que Liv había tenido suerte. Sin embargo, Liv estaba agradecida con Brad. 

 

Desde entonces, él le daba trabajo de vez en cuando, por lo que no pudo evitar sentirse aún más agradecida con él. 

 

"Le debo un favor. Me ayudó mucho cuando me instalé en Buerno. No sé por qué es conocido como artista, pero para mí, es un conocido por el que estoy agradecida." 

 

Camille levantó las cejas sorprendido por la tranquila respuesta de Liv. Luego dijo como si a modo de lamento. 

 

"Fui demasiado duro." 

 

"Está bien. Lo que es bueno para mí no es necesariamente bueno para los demás." 

 

Liv contestó casualmente y levantó su taza. No creía que tuvieran una larga conversación, ya solo le quedaba un sorbo de café. Solo Camille ya se había terminado su taza. 

 

"Hmm, me impresiona esa declaración." 

 

Después de exclamar humildemente, Camille inclinó la cabeza hacia un lado y preguntó. 

 

"¿Qué clase de persona soy para usted?" 

 

"No nos hemos visto el tiempo suficiente como para definirlo aún. Esta es solo nuestra segunda reunión." 

 

"Es verdad." 

 

Camille se echó a reír. 

 

"También debería intentar ser una buena persona para usted." 

 

"Eso es..." 

 

Camille se levantó primero, impidiendo descaradamente que Liv intentara decir algo. 

 

"Oh, ¿Nos retiramos ahora?" 

 

Parecía como si supiera lo que ella iba a decir sin siquiera escucharlo. Se levantó el sombrero con una sonrisa refrescante. 

 

"Yo fui quien solicitó la reunión de hoy, así que yo pagaré el café." 

 

"¿Qué? Pero..." 

 

"Si le molesta, por favor usted invteme la próxima vez." 

 

Liv sintió una vez más que Camille era un hombre muy experimentado mientras lo observaba, se retiró a pagar rápidamente con una sonrisa fresca. 

 

Tal vez si hubiera sido un poco más joven y se encontrara en mejores condiciones, podría haber sentido un aleteo de emoción por el joven. Quizás podría haber soñado sobre su futuro y desarrollado sentimientos. 

 

Desafortunadamente, sin embargo, la Liv Rhodes que podría haber tenido tal sueño, se había esfumado. De pie, ahí, había una patética mujer que se sentía afortunada por poder ahorrar dinero para una taza de café. 

 

Liv bajó la mirada amargamente y ató el listón de su sombrero bajo su barbilla. 

 

Su situación habría mejorado un poco, pero no habría cambiado fundamentalmente. Quizás hasta el día en que muriera. 

 

*** 

 

Después de la reunión con Camille, una carta llegó a Liv justo cuando estaba pensando en visitar a la familia Vendons. Con la noticia de que Millian finalmente se encontraba en mejor estado, se trataba de la reanudación de las clases de Millian, que ya se habían retrasado. 

 

"Ha pasado mucho tiempo desde que la he visto, señorita Rhodes, por favor cuide bien de nuestra Millian hoy." 

 

Después de saludar a la Baronesa Vendons, quien la recibió calurosamente como de costumbre, Liv se fue con una sirvienta. 

 

Liv, que visitó la casa de la familia Vendons por primera vez en mucho tiempo, notó fácilmente el cambio en la mansión. Había muchas más obras de arte que antes. 

 

Aunque sabía que los Vendons traerían periódicamente hermosos muebles porque les gustaba decorar la mansión con un estilo vintage, fue un cambio inusual que el número de obras de arte aumentara notablemente. 

 

Muchas obras se mostraban como para presumir ante alguien, pero considerando que era una mansión y no una sala de exposiciones, parecía un poco excesivo. 

 

Especialmente, teniendo en cuenta que el Barón Vendons había mostrado recientemente su interés por el arte. 

 

Por supuesto, no necesitaban que Liv les dijera cómo gastar mucho de su dinero. 

 

Después de mirar un marco grande en la pared con un rostro ambiguo, Liv se movió tranquilamente. Millian la estaba esperando en la sala de estudio como siempre. 

Traductor: Valiz

Scan : Gremio de Hadas

 

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